domingo, 23 de noviembre de 2014

Tusen Takk, Parte III: "Libre & Gratis"

Estuve hartos días molestando en Word intentando escribir la esperada secuela de esta odisea (la cual se remonta a este episodio) en el país donde hace frío, el alcohol es caro y la gente respeta los límites de velocidad. Lamentablemente este capítulo me quedó una página más larga que lo usual pero sé que no les matará leerlo. Y de todos modos, la procrastinación es la principal excusa por la que están acá así que...ke tanta wea.

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Una de las cosas que más llamó (y me sigue llamando) la atención de los vikingos es la cantidad de pruebas que no tienen. Yo, egresado de un colegio particular pagado católico apostólico romano tenía en promedio tres veces al año una prueba inventada por *inserte aquí centro weón que hace pruebas* para refregarnos en la cara lo que ya todos teníamos claro: mi excolegio es académicamente superior a muchos de la comuna. A eso sumarle las pruebas nacionales (SIMCE & PSU) que como ya dije, al ser de un colegio particular pagado, es la principal vendida de imagen que éste tiene. Recuerdo que la primera clase de matemáticas en 4º Medio el profe entró a la sala, dejó el bolso en la mesa, sacó un plumón y escribió 654 en la pizarra. “Este fue el promedio PSU de Matemáticas del año pasado. Ustedes tienen que superarlo” [adaptación]. ¿Necesito explicar algo más? Desde 8º Básico que me están hablando de la dichosa PSU. No vengo a criticarla (...aún), sólo vengo a decir que hace demasiado que he oído de ella y que estoy acostumbrado.


Y así, llegué acá. En la media (acá: Videregående Skole) la única prueba semi-estatal es el Tentamen. En palabras simples, una prueba de cuatro horas de una asignatura de las que tú estás cursando. Recuerdo que a mí el 2008 me tocó Matemáticas Prácticas y Español (jojó). La de matemáticas la terminé tranquilamente en 90 minutos, al querer entregarla me dijeron que esperara a la segunda parte que era con calculadora (parte que yo ya había hecho a pulso y ahora todo tenía sentido porque me salían unos decimales infernales). Y eso es lo único más-o-menos extra que tienen. Acá se basan en el genial “calidad sobre cantidad” o, parafraseando a Fuster “Si usté sabe…aprueba el curso, la nota la vemos después”. Si tienes notas decentes en el colegio significa que sabes, y es todo lo que necesitas para seguir avanzando.

(El tentamen de español lo hice en 45 minutos. Pero creo que es cruel comparar porque tengo una injustísima ventaja con respecto a los vikingos).


Acá en la U es más de la filosofía Fuster, lo cual hace que las clases también sean distintas. Como la cosa no son pruebas y controles y que te dé promedio sobre 4,0 no está esa cosa de “aprender para pasar el ramo”. Podremos criticar y decir que en la U uno aprende lo que le apasiona y es distinto, pero yo no me acuerdo de casi ninguna mierda de Zoología y amo ese ramo (parsimonia), me bombardearon con tantas pelotudeces de gusanos y patas de insectos que lo olvidé luego de la prueba. Hasta ahora sólo hay un examen final (o trabajo final) y quizá un trabajo de seminario y fin. A tal punto ha sido la no-carga académica de este semestre que hasta he tenido tiempo de aprender algo. Y eso viniendo de mí, uno de los más miserables de Antumapu que he pasado casi todos mis ramos con 3,95…es harto decir.

A eso hay que sumarle una cosa sencillamente maravillosa: acá la educación sí es libre y gratis (sin los paaacoos, libre conchetumadre con el peeeeda <3, etc.) para todos los que quieran estudiar en Norvegia. Ok, hay una semester fee de unas 50 lucas pero siendo el primer mundo, no es nada de qué quejarse. Acá sí practican ese discurso de que la educación es la salida del subdesarrollo y es enriquecimiento personal y etcétera. Cuando le cuento a mis amigos los $3.200.000~ CLP [37.000~ NOK] que tengo que pagar anualmente en la UChile se caen de espaldas, especialmente cuando les digo que el sueldo mínimo no alcanza ni por asomo para eso. Pero como los humanos tenemos esta tendencia natural a cagarla, los vikingos también la querían cagar.


Hace unas semanas producto de reajustes del presupuesto y esas cosas políticas fomes, querían retirarnos la gratuidad a los estudiantes que no venimos de la Unión Europea. Esto por supuesto, es una patada en los testículos para el principio de libertad de enseñanza que hace demasiado tiempo no se practica en Chile. No tengo ni que molestarme en explicar lo inequitativo que es el depender del bolsillo de tus padres o de becas weonas para subsistir y pagar por aprender, más si se supone que tu establecimiento es estatal. La propuesta noruega además aumenta la segregación que ya existe entre europeos y no-europeos; nosotros tenemos que pagar cifras primermundistamente caras para estudiar acá [sumado a vivir acá] mientras la gente del barrio sigue como siempre. Suecia hizo esto mismo hace unos años y los resultados se sintieron de inmediato: de 8000 estudiantes extranjeros bajaron a 2000.

Entre debates, presión mediática y hartas actividades (que quedaron registradas en YouTube y yo aparezco en algunas, por la chucha) Noruega finalmente botó el proyecto y la educación sigue siendo libre y gratis (sin los paaaacos) durante el 2015. Victoria. Pero como los humanos tenemos esta tendencia natural a cagarla, algo me dice que volverán en un par de años más con la misma estupidez; mientras tanto…los profes en Chile en paro por justamente el mismo tema. La precarización de la educación no es sólo tema nuestro de los que estamos de ese lado del atlántico. 
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Como post-data: paren de lamerle las gónadas al sistema educativo finés oh, semana por medio veo alguien compartiendo el mismo artículo de La Tercera donde comparan el chileno y el finlandés. ¡¡Perkele!!

Y como acá se viene el invierno, un tema alusivo a éste. Saludos al Bio-Bío, que en paz descanses pequeño gruñón.

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