domingo, 15 de diciembre de 2019

La Schmidt, la COP, la Greta, y lo demás

Una parte de mí estuvo feliz cuando se cambió la COP 25 desde Cerrillos a Madrid, porque en Europa el periodismo es (un poco) más serio y no habría tanta noticia de "líderes mundiales prueban el completo", entonces nos podríamos enfocar en lo realmente importante: el clima. Pero como era de esperarse, Chile mostró la hilacha.

Me perdí el discurso de Greta Thunberg (aunque vi un extracto por ahí), y me alejé un tanto de las noticias de la COP, hasta que de la nada explotaron noticias que la ministra de medio ambiente chilena, Carolina Schmidt, es una incompetente y que ha recibido críticas a nivel internacional y que ahora todo el mundo sabe que Chile es un moco improvisado y que nuestra gente a cargo no tiene las capacidades y todo lo demás que ahora ya saben. Pero usted, fiel lector, quizás también fue infoxicado con tanta noticia de la COP y la Schmidt y se pregunte: ¿Qué cresta pasó en la COP? Pero antes de responder esa pregunta, hay que responder una previa:

¿Qué cresta debía pasar en la COP?


La COP25 es la bajada práctica de la COP21, la que recordamos cariñosamente como "el acuerdo de París"; alguna vez escribí un algo respecto a eso. Con todas las fallas, con toda la politiquería entre medio, con todas las ganas que tienen algunos corruptos de sacarse fotos con Thunberg para ganar votos, con todo eso y más, la Conference Of the Parties es el único foro internacional donde vienen los peces gordos de la administración mundial y se toman decisiones que afectan a nuestra pelota de agua y silicio. Te guste o no, la cuestión es importante, y la inacción que han tomado varios países lideres en la emisión de GEI (Gases de Efecto Invernadero) iba a ser un tete importante en esta ocasión.

Según París, cada país firmante tenía que declarar sus emisiones de carbono y cuánto podían reducirse de aquí al 2030 para evitar que la temperatura global no se incremente [NDC por su sigla en inglés, más info acá]. Este era uno de los tetes de la COP actual porque las NDC y sus metas miserables no alcanzan ni al tercio de lo que tenemos que lograr, y de ahí vienen todos los rants de Thunberg, los informes del IPCC y esas otras cosas.

Otro punto bélico de la COP25 era el mercado de carbono, que vienen desde los bonos de carbono del Protocolo de Kyoto (del '97). Explicado SUPER resumido: yo Alemania emito hartos GEI, por tanto le compro bonos de carbono a Burkina Faso que emite poquito. De ese modo, si bien a nivel nacional yo Alemania estoy haciendo mal la pega, nos aseguramos que a nivel mundial la cosa se mantenga pareja. El Protocolo de Kyoto se considera hoy un fracaso porque nunca solucionó nada, sino que le dio chipe libre a los ricos de hacerse más ricos, mientras los pobres ni desarrollarse pueden porque ya no tenían bonos de carbono.

Obviamente hay harto más tejemaneje que lo que expliqué, pero les dije que era resumido. El mercado de Carbono, sin embargo, se supone que permitía regular mejor esta situación y que efectivamente los más contaminantes tuviesen regulaciones más estrictas que cumplir y, por fin, mantener la temperatura global en niveles no armagedónicos mientras a los países pobres les permites surgir. La rayada de cancha para este mercado de carbono iba a ser en la COP 25.

(me dio lata buscar una del protocolo de Kyoto, así que una de París)

Greenpeace estaban super enojados con el mercado de carbono, que según ellos era "Protocolo de Kyoto parte 2: electric boga-loo" y que no se hacen cargo del problema de fondo: reducir emisiones, no mantenernos dentro de un límite. Y pucha, tienen razón. Green', la WWF, Greta y Fridays For Future, organizaciones oceánicas y de protección de biodiversidad, junto a organizaciones de países subdesarrollados (África estaba super metida en la COP 25) iban muy en la parada de abolir el mercado de carbono y exigir mecanismos de reducción de emisiones. Incluso los más capitalistas de la COP decían que no tener acuerdo es mejor que un acuerdo penca en lo que se refería al mercado de carbono. Así que imagínense.

Ya. Eso debía pasar en la COP.

¿Y qué pasó?

Amiga, te entiendo tanto.

Dejando de lado los discursos ridículos de las autoridades chilenas, hubo un raro silencio de parte de China, Australia y Arabia Saudita respecto a sus esfuerzos para reducir emisiones. El miércoles, Schmidt anunció que 76 países pequeños y subdesarrollados iban a ponerle Wendy para reducir GEI, pero sin el apañe de los peces gordos, poco se puede hacer. Brasil hasta intentó la ridícula idea de contar doble sus bonos de carbono: un leguleyo para que lo captado vía Amazonas pudiese ser contado como absorción de carbono (según el Acuerdo de París) y además vender bonos de carbono a otros países por la no tala del Amazonas. Charcha po!

Greenpeace estaba enchuchado con la hipocresía de los países desarrollados, que mientras hablan de reducir emisiones, sus compromisos son tibios a lo sumo. Mientras, afuera del edificio de la COP habían protestas y manifestaciones de incontables organizaciones ambientalistas españolas e internacionales, y al otro lado del océano TIME estaba nombrando a Greta Thunberg persona del año.

La cosa ya estaba tensa. Y ahí aparece la Schmidt con el borrador.

El borrador

Schmidt presentó el miércoles un borrador que debía ser aprobado para resumir los acuerdos de la COP25. En este texto, se usan frases a la "hacemos un llamado a los países miembros a presentar planes climáticos mejorados y aumentar la ambición". Frase super tibia que no dice "pónganle Wendy al cambio climático y a reducir emisiones porque si no cerramos por fuera". Según el acuerdo de París, cada próximo acuerdo y plan debe ser más ambicioso que el anterior, pero el llamado de Schmidt a "hacer planes climáticos" es tan ambiguo que le da chipe libre a cualquier país a hacer la cuestión que quiera. Butan estaba enojado con esas frases tan tibias, ya que los países más vulnerables ante el cambio climático (como...ahm, Chile) no podemos esperar a que los planes climáticos ojalá por favor en la buena onda ya po di que sí contengan medidas de reducción de GEI. El borrador de Schmidt sigue peligrosamente la línea de pensamiento de USA y China de hacer cosas en la medida de lo posible, no perturbar el modelo económico de desarrollo, que el PIB aumente y para decir que hacemos algo, plantar 100 hectáreas de árboles en algún lado.


La COP tenía que terminar el viernes, pero los participantes ya estaban extendiendo su estadía hasta el domingo porque ese borrador es una mierda y un retroceso a la acción climática global. Con las estupideces que se mandó la Schmidt, y la no-urgencia que le pone a la reducción de emisiones, no llegamos a las metas del 2030. Para ese momento, Thunberg ya estaba fuera de Madrid; sino, ella misma se agarra a combos con la Schmidt (o le tira un jarro de agua hihihi).

Aftermath

Todo lo que dije sobre el mercado de carbono, la Schmidt hablando pescás y demás, quedó en nada. Hoy domingo, se decidió postponer para la COP 26 en Glasgow, Escocia. Ahí estará en carácter de urgente qué cresta hacemos con el carbono, qué hacemos con Brasil pasando gato por liebre, y qué hacemos con USA. Trump amarró su salida del acuerdo de París y ésta estará en efecto el 2020 al día siguiente que termine su período.

No sé. Es denso el ambiente. Qué tenía que pasar en esta COP: los países pobres apuntándole con el dedo a los ricos que se pongan las pilas, un país super vulnerable ante el cambio climático como Chile estaría redactando el documento a ser discutido y, por razones obvias, el sentimiento de "weón porfa hagan las weás bien o el desierto me consumirá" quedaría plasmado en papel. Pero eso no pasó.

Ya le hemos fallado a millones. No le fallemos al picaflor de Arica.

De la misma manera en que el Acuerdo de París fue tibio en dar un gap de 5 años para empezar de verdad a funcionar, de la misma manera en que la UNFCC creada a principios de los 90s hizo poco salvo saludos de buena crianza, y su primera acción mundialmente significativa fue el Protocolo de Kyoto que ya vimos que pasó, de esa misma manera esta COP 25 falló en dar una bajada de verdad para que desde Butan hasta China, pasando por la UE, Greenpeace, organismos internacionales africanos, la UNICEF y todo entre medio, dijesen "ya, buena. Tenemos pega hasta Glasgow".

Ya. No dudo que hubo acuerdos y es mi pega (literal, es mi pega) ver cuáles fueron y cómo poder aplicarlos en la realidad chilena para empezar a generar cambios, pero me da cuco que la parte más importante para los países ricos era este mutante mercado de carbono, y que ni eso fuimos capaces de darle un orden, y que lo post-pusimos para el próximo año. Tenemos que aprovechar cada instancia para revertir la creciente curva de GEI a nivel planeta que tenemos. Eso no hicimos en la COP. Y Sebastián Piñera y Carolina Schmidt fueron directos responsables de eso. Y más encima, al hacerse en Escocia, le darán color con Brexit.

Saludos a Greta, y felicitaciones por tu reconocimiento en TIME.

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