lunes, 4 de octubre de 2021

10 discos que me gustaron de los 2010s

Ya llevamos un par de meses desde que los turbulentos 2010s se terminaron. Ya todo el mundo dio sus listas de discos del año, de la década y no sé qué. Y eso significa que seguir hablando de los 2010s es más tranquilito y podemos dejar de decir que Fiona Apple y Swans fueron tan increíbles. Porque pucha, hubo harto más (Pero sí fueron increíbles, no te lo niego).

A lo que nos convoca. ¿Por qué este tipo hace esta lista de 10 discos que le gustaron de los 2010s? Porque me da flojera hablar de ellos por separado y así hago una pincelada más amplia por todos los estilos depres musicales que escucho. Este blog nació en parte como blog musical, y creo que estos listados son una buena manera de continuar la tradición. No hay orden cronológico. No hay orden alfabético. No hay orden de preferencia. Son sólo 10 discos que me gustaron de esa linda década que nos dejó. Ahí vean si alguno les gusta :D. Comencemos

Caspian - Waking Season (2012)

Por esas cosas de la adolescencia, escuché muchísimos álbumes post-rock entre el 2004 y el 2007, entre ellos el debut de Caspian. Me gustó. Después sacaron un segundo, que me gustó mucho más. Y me dije "oye si el tercer disco sigue la tendencia, va a ser la patá". Y así fue. Waking Season es la patá.

Lo que me encanta de Caspian y que siento que los diferencia de otras bandas del género es que se toman su tiempo para construir sus narrativas. Y con eso no quiero decir que te hacen una lata insufrible de poquitas notas a lo lejos, o que hacen paredes de sonido borderline-orquestales hasta que todo se revienta porque el instrumento no te da más. No. No son lánguidos ni simplistas, y tampoco son odiosamente técnicos (si es que hay rasgos math-rock son muy sucintos). Siempre tienen algo pasando, y sus temas tienen valor como temas suelto así como en la unidad que es Waking Season. "Gone In Bloom And Bough", por ejemplo, es capa tras capa de sonidos que hacen la suma de sus partes, "Halls of Summer" que es otra canción wonita instrumental con pianos y guitarras al unísono, y "Akiko" que te da esa calidez en el pecho con -de nuevo- esa mezcla piano + batería + guitarra. Y los outros de Caspian que siempre han sido de temer, "Fire Made Flesh" es temazo cuando todo explota y tú quedai como "ah, ya. Todavía se acuerdan de cómo pulverizar uñetas".

Yo sé que el post-rock no es el género más simpático del mundo, pero Caspian es excelente banda on its own right y "Waking Season" es alto álbum cualesquiera su métrica. Ah! Y Philip Jamieson, el guitarrista principal y a veces vocalista, es abierto pro-vacunas. En estos tiempos es necesario.

Aquí Halls of Summer en YouTube y aquí en Spotify.

 

きのこ帝国 - Eureka (2013)

Érase un Javier pequeño e inocente vagando por el canal "Japanese Shoegaze" (hoy Asian Shoegaze) de YouTube, cuando la caratula de este disco me llamó la atención. Ya, nunca juzgues un libro por su portada, y en verdad el primer tema no es nada del otro mundo. No tiene los pedales al infinito que caracterizan el shoegaze japonés, ni esa voz ahogada a lo My Dead Girlfriend, banda que estaba obsesionado en aquel entonces. Pero ahí llegué hasta los últimos coros y todo empieza a subir de nivel: la voz se hace más rápida y como que le cuesta pronunciar sus propias sílabas, y las guitarras hacen un muro que casi se le cae encima a dicha voz. Me interesé en estos chicos llamados Kinoko Teikoku (que en Spotify sale todo junto: Kinokoteikoku. Pero no. Está mal. Es separado).

El cuarto tema, " 国道スロープ " (Highway Slope) es un rock de cuatro minutos que te hace mover la patita, y en vivo la guitarrista/vocalista se tira al público y todo le importa un carajo. No, en serio. "New Music From Tokyo" (NMFT) era un evento canadiense donde traían bandas que la estaban rompiendo en Japón, y cuando la vocalista llegó a esa parte de " 国道スロープ ", se les tiró encima no más. Grandeza.

La voz es brutal. Desde esa energía en el track 4, esa angustia de "la próxima sílaba me va a pillar" del primer tema, o una voz que está casi que se larga a llorar en el penúltimo track, " ミュージシャン" ("Músico"). Siento que es un álbum que va para muchos lados, y todos esos lados los hace bien.

Aquí 国道スロープ (Highway Slope) en YouTube, y aquí en Spotify.

 

The Seven Mile Journey - Templates For The Mimesis (2016)

The Seven Mile Journey decidió tener un approach diferente a Caspian a la hora de componer sus pasajes y sus ambientes: notas más esporádicas, muuu[...]uuucha distorsión en las guitarras, y dejar que el sonido se diluya allá a lo lejos con todo el espacio para diluirse. Ese momento en que la nota desaparece en el olvido también es parte del instrumento. Pero donde los primeros discos de Seven eran más densos y quizás agrestes, "Templates For The Mimesis" es más calmo; genera tensión por sus silencios y sus espacios más que sus distorsiones. Y bien ahí, porque cuatro discos con la misma narrativa se vuelve fome (o no, Russian Circles?).

Siento que las primerísimas primeras notas de piano en "Substitutes For Oblivion" te dicen todo lo que será el álbum: un instrumental engañosamente simple sobre el cual progresivamente se va armando una composición mayor. En el Bandcamp de Seven, un flaco se refirió a Templates como "imagen de sonidos" y, dejando de lado la alegoría, siento que tiene razón. Hay música para oír con los cerrados. Pero Seven, y en particular Templates, es para oír con los ojos abiertos porque ves los sonidos.

Hahaha, ya. Dejemos de lado la pretensión narrativa de lado. Qué soy, ¿periodista musical? Pero sí creo que es una buena alegoría.

Aquí "Substitutes For Oblivion" en YouTube, aquí en Spotify.


Youth Lagoon - Wondrous Bughouse (2013)

A este disco llegué de mucho chiripazo en RateYourMusic, y allí conocí la palabra "disforia", el antónimo de euforia. Lo que hace Wondrous Bughouse es música disfórica: sonidos disonantes, agudos para todos lados, una voz casi melancólica que no entiendes qué tiene que ver en la super feliz "Mute", o en la medio sofocada "The Bath". Iba a llamar "apagada" a "The Bath", pero acá el muchacho algo logró entre la post-producción, el efecto lo-fi, y los juarrillocientos efectos que le puso a su voz y al teclado que hacen que suene "sofocada".

Una amiga describió "Mute" como "pucha, qué mala onda que no estoy volá" y quizás ahí viva o muera el disco para algunos. Hay harto sonido psicodélico mezclado en ese pop super soñador y disonante (imagínense un Beach House pero raro), y si es que están super sobrios, tomándose un tecito de media tarde, quizás Wondrous no pegue mucho. Pero de todos modos péguenle la oída.

Aquí "Pelican Man" en YouTube, aquí en Spotify.

 

Harry Styles - Harry Styles (2017)

Sí. En serio. Entiendo que este caballero viene de una banda previa que puede o no tener ciertos estigmas, pero quién soy yo para juzgar. Oye, Paul McCartney venía de una porquería de banda antes de armar Wings y al fin hacer música decente. Hay de todo en la viña del señor.

El disco Harry Styles fue altamente publicitado, y creo que el single "Sign of the Times" a veces le roba protagonismo al resto del disco. Acá hay pop muy bueno, Styles sabe cantar bastante bien y pasan varias cosas interesantes en sus 40 minutos. "Sweet Creature" tenía todo para ser esa canción fome con guitarra de palo, pero se meten coros en el fondo (y luego, al frente) y salvaron el tema para mí. "Kiwi" que es temazo por todos lados con esa guitarra robada de algún bar británico noventero, o "Woman" con ese estribillo super catchy y Harry estando cómodo en varios tonos de voz.

Pero ya, "Sign of the Times" es no sólo pedazo de debut solista para Harry, sino una gran canción por derecho propio. Merece estar en el spotlight. Quizás su banda previa hubiese optado por un piano más meloso o una percusión más ausente. Acá el piano es el más británicamente británico posible, y esos coros (como los de "Sweet Creature") están a la máxima.

Aquí "Kiwi" en YouTube, aquí en Spotify.


少女スキップ - Cosodorokitsune (2012)

De este álbum hablé más extendido hace un tiempo, pero no está de más recordarlo porque 少女スキップ (Shojoskip) hizo un trabajo hermoso. Todo lo suavecito del shoegaze japonés, más todos los pasajes, crescendos e instrumentales del post-rock. Acompañado con una guitarra que no tiene miedo de ser protagonista en "Light & Delight", o caminar todos juntitos en "Makura". La batería que también conoce su lugar, que no está relegada a "tú marca el compás no más", pero tampoco es que el baterista se vuelva loco ni en las partes más locas de "Light & Delight".  

Para no repetir lo que ya dije esa vez (ya, si igual no dije tanto), son dos guitarras con muchos pedales, un teclado haciendo cosas al centro, y una batería que sabe cuándo le toca. Lamentablemente, son un parto de hallar en internet y lo único de ellos en Spotify es un EP del 2011.

Acá "Glory of the Snow" en YouTube.

 

MONO - Requiem For Hell (2016)

¿Cómo describirte MONO? Si Beethoven hubiese tenido acceso a guitarras eléctricas, probablemente habría compuesto cosas parecidas a MONO, y posiblemente parecidas a las de Requiem For Hell. A este cuarteto japonés ya les seguía la pista desde el 2009, y tuvieron varios trabajos más orquestales, bonitos y quizás "elegantes" en cierta medida entre ese 2009 y el 2016. Con Requiem, sentí que volvieron un poco al "Beethoven con guitarras", composiciones largas y en general bastante densas, paredes de sonido oscuras, y una historia que se cuenta con el disco completo, no sólo con sus canciones sueltas.

Me intentaré explicar: les resultará obvio que la canción "central" del álbum es la homónima de más de 17 minutos, allí concentran toda la cacofonía con las guitarras y los pedales, los riffs machacones (como diría Shauntrack) y las baquetas despedazando la batería. Pero también tienes "Stellar" y "Ely's Heartbeat" más relajadas y que hacen un poco de la calma antes/después de la tormenta. Esto no quiere decir que es un disco de 46 minutos que son 30 min de relleno para acompañar a la "Requiem For Hell" de 17, no. Más bien quiere decir que es una pieza "que Beethoven habría compuesto si hubiese tenido guitarras eléctricas" y su parte más salvaje ocurre al medio, pero para entender de dónde nace esa canción es bueno disfrutar todo el disco en su conjunto.

Acá "Death In Rebirth" en YouTube, aquí en Spotify.

 

Astro'n'out - Multivitamīnu Multipaka (2019)

Me gustaría hablarles de la instrumentalización, las letras o los ritmos, pero creo que lo que más destaca de Astro'n'out es el idioma. Quizás alguno sea afín a la música en japonés, alemán o sueco. ¿Pero cuántas veces has oído una banda letona cantar en letón? Exacto. Nunca. Astro'n'out sacó unas re-ediciones de dos álbumes en inglés, y te aseguro que se pierde parte de la magia (como cuando Kent sacó "Isola" en inglés).

Pero también Multipaka es, por lejos, el álbum que más he oído de Astro porque tiene temas muy buenos. Pop-rock de primer nivel (estos tipos estuvieron en Eurovision hasta donde entiendo). "Dejot trakāk" con su bajo manteniendo tu atención durante las estrofas, y ese coro que no tienes idea qué está diciendo pero que te anima a mover la patita. Bueno ya, ahora lo busqué en Google Traductor y el coro dice "Ella viene y me dice que quiere bailar más loco". Sí. Definitivamente ese es el coro para esta canción.

O también "Agrāk" que la declaro como la mejor canción pop de la historia de Letonia; y siento que no tener idea lo que dice ayuda a que la voz se convierta en un instrumento más, junto a los bajos y sintetizadores. Entre tanto disco depre e introspectivo que tengo acá, Multipaka es esa gran excepción que te puede hacer sonreír.

Aquí "Agrak" en YouTube, aquí en Spotify.


Prehistöricos - Nuestro Día Vendrá (2014)

Complejo hablarles de la música como tal cuando este disco está muy conectado a los recuerdos y momentos personales que pasaron en ese entonces y "Borrémonos del Mapa" y "Que Suba el Momento" estaban clavados en mis playlists. Quizás justamente esa sea una manera de describir este álbum.

Prehistöricos ya venía en una senda de música introspectiva, para oír en la pieza mirando la mugre del techo y pensando en eso que dijiste en segundo medio que obvio todos aún recuerdan. Y si bien en este disco está la canción más adolescente-intensa de su discografía ("Dos Planetas"), también hay varias canciones optimistas, tanto en sus letras como en sus cuerdas y pianos con más notas mayores que menores.

También es un disco bastante más "musical" que su debut o su previo EP. Hay mucha más batería, teclados y guitarras acompañando los versos, no es sólo una voz perdida allá en algún bar de Bellavista como a veces fue el disco debut. Eso también lo hace más subidor de ánimo aunque, reitero, tiene varias letras que no son exactamente optimistas.

Acá "Que Suba El Momento" en YouTube, aquí en Spotify.


Ramper - Nuestros Mejores Deseos (2020)

"Glorioso" es un adjetivo que uso muy pocas veces a la hora de describir una canción, y usaría esta palabra para describir el insultivamente ignorado disco debut de estos españoles. La obertura ("Nuestros Mejores Deseos") va entre algo super silencioso y tímido, una batería que dice "hola, ¿tengo permiso para sonar?" y una voz que casi hace ASMR, y una explosión de guitarras y trompetas, y todo lo que hay entre medio. Fans de Godspeed You! Black Emperor quizás se les haga conocida esa descripción, y es que a veces siento que Ramper le hace una carta de amor al grupo canadiense con Nuestros Mejores Deseos.

Si es que no tienes idea lo que acabo de decir, es mencionar que hay muchísimos cambios de ritmo, hay muchos momentos enojados (como en "Pánico en las Calles"), muchos sublimes en que hay que levantar tus delgados puños como antenas al cielo (smiley face), y a veces no tienen miedo en hacer real cacofonía.

Con Astro'n'out y Prehistöricos hablé de la importancia de entender o no las letras. Y acá llegamos al otro extremo: saber lo que dice, pero no saber. No sé si es decisión presupuestaria, artística o de producción, pero varias veces la voz se sofoca entre las guitarras y trompetas rugiendo, al punto que es "sé que estás ahí, pero no sé qué dices". Me gustó muchísimo el trabajo de Ramper, aunque también reconozco que no es para oírlo todos los días. Es, igual que Requiem For Hell, cuando estás de un ánimo para oír la obra completa e intentar asimilarla.

Acá "Nuestros Mejores Deseos" en YouTube, aquí en Spotify.

 

Desconozco cuál será el futuro de esta miniserie, pero creo que es buen compromiso para seguir hablando de música, y creo que aún cabe en lo que pensé para el DAeD (Discos que amé esta década) serie de insuficientes dos capítulos.

Saludos a Yoda, baterista de MONO.