Se sabe que soy fan de Pokémon. Junto
a Sigur Rós, es de lo que más he hablado en el blog desde su concepción. Y una
serie de eventos circunstanciales me llevaron a jugar el más reciente juego de
la franquicia, Pokémon Sword, así que hablaré de mi experiencia con este juego…
…bueno, ya. Me quejaré de mi experiencia con este juego. Para qué mentirles.
Había una vez
Había una vez un niño obsesionado
con Pokémon: yo. Y que jugó las dos primeras generaciones de
Pokémon [Yellow (1998) y Crystal (2001)], que jugó los juegos 3D que había para
Nintendo 64 y pensaba “recórcholis, imagínate cómo serán las cosas en X años
más cuando la tecnología mejore si es que Crystal fue TAN bueno”. Se anunció la
Gen 3 para Game Boy Advance y yo, siendo un niño pobre de un país pobre que no
tenía plata para la nueva consola, jugó esa Gen de
maneras harto más truchas informales en emuladores; con el tiempo le aprendí a
agarrar cariño pero nada como mi amada Gen 2. Y después la Gen 4 me corrió como
las pelotas en mi emulador roñoso de DS y nunca más jugué Pokémon. Yo sabía que
Pkmn tomó un giro para peor y que ahora Game Freak estaba escupiendo juegos
anualmente cual Call of Duty, pero nunca pesqué mucho más los juegos. Ni jugué
Pokémon Go!, con eso te lo digo todo. Hasta que me compré una Switch porque
Breath of the Wild (quien merece su propia entrada) me voló los sesos y todaslas personas que respeto en la videojuegósfera me decían “weón, cómprate una Switch
sólo por este juego”. Ya teniendo una Switch, hace unos meses tuve el siguiente
intercambio de palabras con un amigo:
- Amigo: Oe Javier, tenís el Sword?
- Javier: No. No me tincó mucho y no quiero gastar 60 USD en él la verdad.
- A: Necesito alguien que juegue Sword para intercambiar mis Mons, yo tengo el Shield.
- J: Uta, sorry pero no puedo ayudarte, no jugaré el Sword.
- A: Filo. Te lo compro. Necesito alguien que juegue Sword para intercambiar mis mons.
- J: Espera, en serio? No es muy caro?
- A: 60 USD es como el 5% de mi sueldo, y necesito alguien que juegue Sword, así que filo.
Uno agradece amigos como esos en
esta vida. Así que descargué el Sword en la E-Shop y empecé. ¿Por qué doy esta
introducción? ¿Sólo para presumir que me regalaron el Sword? Bueno, sí. Pero
también para que quede claro que hace demasiado no juego en serio un juego de
Pkmn así que era bastante fácil impresionarme. Como analogía, desde Twilight
Princess que no jugaba un Zelda, desde Melee que no jugaba un Smash y desde
Double Dash un Mario Kart. Y los tres juegos más recientes de esas franquicias
me han dejado más que satisfecho.
Ir de la manito
Yo sé que Pkmn tiene el estigma
de ser un juego para niños y que hay harto handholding, pero no era necesario
que Hop me recordase a cada rato de qué hacer o dónde ir. Digo, hay muy pocos lugares
donde perderse y explorar, y todas las ciudades son (a) rutas lineales de A
hacia B, o (b) cuando hay un camino alternativo, hay un NPC que activamente te
dice “no puedes pasar”. Y no tengo problema con que un juego limite su
exploración o sólo quiere que explores tal o cual lado en detrimento del resto.
Dragon Age: Origins es de mis
juegos favoritos y es literal clickear de zona en zona sin nada entre medio, Mario
64 es un gran hub donde te metes a los mundos, y bien. Pero Pokémon en la caja del
juego me dice que es un mundo para explorar, y la exploración ha sido base
desde siempre en la franquicia. Acá había diez mugrosas rutas (¡DIEZ!) insufriblemente
cortas y aburridas, y nunca hubo motivo para volver a ellas después de haber
obligatoriamente pasado por ahí para ir hacia B. Fly es una herramienta super
útil para viajar por el mundo, pero acá te lo dan tan rápido y de tan fácil
acceso que muchas rutas y pueblos enteros se hacen inútiles después de haber
obtenido el Fly para el pueblucho siguiente.
Y los puebluchos tampoco fueron particularmente interesantes. Es tu ruta genérica, tu pueblo inglés genérico y nada más. Este es un juego en 3D del 2020, uno espera pueblos más grandes que Celadon City de 1996, pero no. Acá también vamos de la manito porque son lugares super restrictivos en su movimiento: sólo vas al gym, al centro Pkmn, dos casas y nunca más tienes motivo para volver. Y para colmo, como la cámara está fija casi todo el juego, ves bien lo que tu personaje ve hacia adelante, hay harto FoV. Pero cuando se da vuelta y quieres devolverte, chocas con todo porque no se ve un carajo. Cámara estúpida muévete. Hay dos lugares que destaco:
Ballonlea es LINDO. Su tema es el gimnasio de los tipo hada, y hay harta lucecita y color que lo hace parecer realmente mágico. No tiene nada que mostrar salvo ese gimnasio y dos casas. No sé, sólo poder explorar la parte de atrás me habría hecho más feliz, porque no hay nada. NADA. Y para entrar a este pueblo hay que pasar por un bosque que también tiene un aura bien especial y que daba para recorrerlo más. Pero se acaba muy rápido.
Spikemuth está basado en la escena punk británica. Tiene ese aire medio “ciudad lúgubre con todos sus negocios cerrados” y harto neón. Pero es básicamente un pasillo largo hacia el líder de gimnasio. Al igual que el resto de los pueblos, no hay motivo alguno para volver acá. Esa caminata inicial me hizo creer “oh, esto será muy bkn cuando se pueda explorar bien” a pesar que me aburría ser un pasillo largo. Nunca se ahondó más.
Para más remate, el mismo juego
está separado. Los pueblos iniciales del sur están completamente desconectados
del resto de Galar. Sólo se puede cruzar por tren (que oportunamente se
desbloquea cuando esa zona se completa), el cual también es la única manera de
conectar la parte media del juego (donde pasaste la mayoría de tu corta
aventura) con la ruta hacia la Liga Pokémon. Les dolió tanto hacer una Ruta 11
que era mejor hacerlo por tren, como los flojos.
¿Y qué pasa con la Wild Area? Ese
punto que vendieron con bombos y platillos. Porque ya, si los pueblos son más
fomes que leer este blog, entonces la Wild Area algo debe tener. ¿O no? Te cuento
qué me pareció la
Wild Area
Fea la weá.
El tamaño está bien, pero está
lleno de las cosas menos interesantes del mundo. El clima es de unos extremos
ridículos. Imagínate la Hyrule Field del Ocarina of Time, pero en el norte hay
una tormenta de arena, avanzas literal dos metros y hay una granizada. Vas hacia
el sur y la granizada pasa a ser sol intenso (de noche) y luego una lluvia.
Los Mons están en el pasto y
algunos son sociópatas y te persiguen, otros se arrancan, otros te miran no
más. Si bien me agrada un buen desafío de vez en cuando, encontré brutal que en
un juego con tanto handholding me tiren un Rhydon de nivel 48 cuando yo estoy
todo mugroso en nivel 25. Me estás dando este espacio gigante para explorar (lo
que originalmente quería hacer) y tus Mons me impiden explorar. En todo caso da
lo mismo, porque hay un tipo que no me deja entrar a la ciudad del fondo porque
no tengo suficientes medallas, así que tengo que devolverme en la ventisca hacia
el lugar inicial.
Hablando de Mons de nivel alto, la
que me pareció la peor ofensa de este juego fue que me limiten la captura de un
Pkmn salvaje de nivel muy alto. Necesitaba un atacante especial y me acordaba
que en X lado habían Gastlys. Cualquier cosa me servía. Empecé a debilitar uno
y le intenté tirar una pokébola. No era que el Gastly se liberó, no era que
fuese muy poderoso. No. El juego NO ME DEJABA tirarle una pokébola hasta que tuviese
suficientes medallas para atrapar Pkmns sobre el nivel 35. Todo mi equipo
estaba sobre el nivel 38 para ese momento y yo ya estaba 10 niveles sobre
entrenadores y gimnasios, y NO ME DEJABA atrapar ese Gastly. Daba lo mismo que
mi pelea con el Rhydon lvl 48 de recién hubiese sido genial, porque no habría
podido atrapar ese Rhydon hasta casi terminado el juego.
Sigamos con los bichos de la Wild
Area. Encontré patético que usen el Area y los días de la semana y no sé qué
para poner la mitad del pokédex ahí. Las 10 rutas tienen una variedad miserable
de monos así que Game Freak decidió poner todo lo interesante en la Wild Area. Buena
suerte hallando algo que quieras entre el clima extremo, la limitación para
atrapar y el horario super específico para que salga lo que quieres.
El otro gran selling point de la
Wild eran los Dens donde salen los Pokémon gigantes. El desafío es interesante,
pero pésimamente ejecutado: cuando debilitas lo suficiente un gigante salvaje
(75-50%), éste puede activar unas barreras las cuales DEBES destruir antes de
poder seguir atacándolo. No puedes hacerle nada hasta que lo debilites, y aun
cuando le rompas las barreras, nada te asegura que en el próximo segmento de su
HP no levante otras. No es agradable, no es divertido, no es desafiante. Es tedioso.
Después están tus compañeros:
tres Pokémon manejados por la AI del juego que…uno de tus compañeros es un Magikarp.
No digo más. Los Mon gigantes desaparecen si ellos debilitan a cuatro de tu
equipo, o pasan 10 turnos. Entre barreras y compañeros inútiles, en verdad que
no es agradable, no es divertido, y no es desafiante. Es insufriblemente tedioso.
Atrapé un Lanturn y eso me alegró eso sí. Me gusta Lanturn.
Tus Mon también se pueden hacer
XL en ciertas condiciones, pero para verse cool (¿Gigantamax?) tienes que
atrapar específicamente a alguno de los que ya hizo esa transformación en algún
Den. Malísimo todo.
Y no puedo enfatizarlo suficiente:
es fea la weá de Wild Area.
Los monos
Como les dije, no he jugado nada
post-Gen 3 así que no tengo conexión emocional con nada de eso. O sea, sí:
Greninja es cool, me gusta el búho ese que es Hierba/Fantasma y Xerneas me cae
bien. Pero de ahí conozco muy pocos bichos nuevos. Jugar en esta generación fue
llevarme varias sorpresas porque sólo conozco un tercio del pokédex. Los starters
me cargaron. La forma inicial la hallé que la diseñó el departamento de
marketing de Pokémon para vender peluches, y las finales las hallé fomes. Los legendarios
los encontré fomes: son dos perros iguales, pero uno con una espada y uno con
un escudo. Nada más. Y el legendario que avanza el plot (Eternatus) es no sé
qué es verdad.
Pero de ahí hay hartas sorpresas.
Destaco mucho a Boltund, un perrito que lo hallé bien simpático y terminó
siendo de los mejores de mi team. Hatterene no sé qué se supone que es, pero lo
encontré bonito. Hay un pulpo tipo lucha que tiene harto estilo, los Zigzagoon
con maquillaje a lo Kiss también le tiran onda. Y así hay varios diseños que me
gustaron harto.
Destaco a Mr. Rime: yo seguía
necesitando un atacante especial porque ya estaba al nivel 55 y no iba a ir por
unos Gastlys, así que encontré un Mr. Mime Galar. No soy fan de Mr. Mime, pero
necesitaba uno. Alta mi sorpresa cuando subió de nivel y evolucionó a Charles
Chaplin. Entre Boltund y Mr. Rime salvó Galar su pokédex, y esos dos pueden
ocupar con orgullo el título de “primeros Pokémon desde 2006 que me gustaron
harto (sin contar a Greninja)”.
El plot
Que Hop me deje de perseguir, por
favor.
Tengo problemas con los juegos
demasiado lineales, lo admito. Y la linealidad en Pokémon no es mala cuando
ésta tiene una buena estructura: el conflicto en Hoenn aparece de la nada desde
“tienes que conseguir las 8 medallas porque quieres” a “somos los malos y usamos
el legendario de turno para nuestros planes” a “salva el mundo”. Es una
secuencia lógica que no se siente apresurada y que te permite explorar y
revisar lugares mientras avanzas por un camino que (al menos en esa aventura inicial)
es bastante lineal. Pero Galar no. En Galar van repitiéndote constantemente
dónde estás, por qué estás ahí y hacia dónde vas. Y cuando pasa algo cool te lo
dicen, no te lo muestran. Mi segunda mayor ofensa de este juego fue cuando los Pokémon
XL se vuelven locos y está quedando The Big Zorra en Galar, y están todos
mirando el techo de la torre en plan “los Pokémon XL se volvieron locos y está
quedando The Big Zorra en Galar”. Llegas al lugar en cuestión, te dicen “tranquilo,
yo me encargo” y te mandan a un gimnasio al otro lado del mapa.
Weón. Por qué.
La batalla final me tenía hasta medio hypeado. Peleas con los lideres una segunda vez y, ahora que tienes 8 medallas, se ponen casi desafiantes. Se viene la pelea final con el tipo que ha estado sacándote en cara que es el campeón todo el juego y querís puro pitearte ese Charizard y…
…el malo del juego anuncia su
plan maestro que no tiene sentido. Todos se van a detenerlo. Y ya, mira: el
equipo Rocket eran malos porque eran malos, Magma tenía un sueño estúpido, Aqua
aún más estúpido. Pero la idea del malo de Galar no tiene ningún sentido: es
usar los Pokémon XL para crear energía.
TIENES UNA COMPAÑÍA DE $92.121.000.000 DÓLARES, ERES LA MARCA AUDIOVISUAL MÁS RENTABLE DEL PLANETA, ESTÁS EN LA MISMA CONSOLA QUE LOS DOS JUEGOS DEL AÑO DEL 2017 QUE FUERON TAN BUENOS QUE NO SE PUDIERON DECIDIR CUÁL (Breath of the Wild y Mario Odyssey). ¿¡Y NO PUDISTE PAGARLE A UN ESCRITOR DECENTE PARA QUE TE PENSASE UNA MEJOR IDEA QUE ESA ESTUPIDEZ QUE HASTA D-IDARA(*) TE DIRÍA QUE ES UNA ESTUPIDEZ!?
* = shoutout a las personas que
entienden esa referencia.
Con esa tercera ofensa yo me
dijese “ya, terminemos esto y cerremos por fuera”. Una lástima porque para ese
punto ya me había encariñado con Boltund y Travis Barker (mi starter tipo
planta con una batería de madera cuyo nombre nunca retuve, pero sí su nick).
Y después tienes una pelea final
(ahora sí) con el malo y no pasó nada. Ninguna resolución. Sólo se fue.
Hop y Bede
Es que en verdad es desagradable Hop.
Pasa todo el juego diciéndote que te apures porque tú eres su rival y, a través
de vencerte, se acerca más a ser el campeón como su hermano. Y después le da
una crisis existencial en una batalla en el post-game y por fin hay desarrollo
de personajes pero recién al final finalísimo del juego. Llegaba el punto en
que yo NO quería avanzar y quería devolverme a la Wild Area a pelear con algo porque
avanzar significaba que Hop me hablaría a la salida de cada edificio para decirme
“vamos para allá”.
Bede fue una oportunidad perdida que me dio lata porque eso fue. Era un Silver II: un tipo huérfano (de eso te enteras después) criado por el malo del juego y se cree mejor que tú. Luego él sólo quiere vencerte porque a través de tu derrota él se acercará a ser campeón y ganar el favor del malo del juego (que además es el jefe de una compañía importante en Galar o algo así). Y las victorias que tienes sobre él lo carcomen más hasta que se desespera por ganarse el favor del malo que termina expulsado de la liga. E igual quiere vencerte. Y no lo logra, y se redime siendo el líder de gimnasio de Ballonlea; pero no me hacen volver a ese pueblo porque Game Freak no podía diseñar nada más del lugar más bonito de Galar (¬¬). Filo. Y de ahí, nada. Pudo haber sido una relación a la Ethan y Silver, pero terminó abrupto porque había que meter al perrito con la espada y el hacer energía con los Pokémon XL.
Popurrí
Oleana era sexy y me gustaba que
su indiferencia te hiciese pensar “algo está tramando con el malo del juego”. La
científica del juego no tiene ni un brillo y me cargó que la hiciesen inexperta
para “explorar Galar” a través de tu aventura. Leon es sencillamente molesto;
sí, eres el campeón, pero también lo son Lance, Steven y Cynthia y ellos no
andan cacareándolo todo el tiempo. Que los Pokés ganen experiencia aunque no hayan
participado lo hallé una buena medida, te hace la vida más fácil pero no hace
el juego fácil: el juego se hace fácil porque es fácil, no porque overlevelees
(¿) a tu rival. ¿Qué es eso de los trabajos? Poder cambiarte de ropa está bien
pero encuentro patético que en 2020 eso sea un selling point. Mover la cámara
en la Wild Area es lo mínimo que deberíamos hacer en todo el juego. Hop
cállate. Gigantamax Lapras me gustó harto y casi atrapo uno pero malditas
barreras. El perrito con espada tiene los mismos stats que Arceus así que no me
digan que esto no se puso ridículo. Wydon agarra demasiado protagonismo
demasiado rápido al estar todo lo importante para Pkmn competitivo ahí. El Equipo Yell es una molestia en el peor de los casos y me gusta que no sean "malos porque sí", es una buena distensión pero de todos modos mantienen su actitud de ser los malos.
Eso. Opiniones varias que no
sabía dónde meter.
El DLC
No soy contrario a los DLC, en
serio. Creo que hacen bien en expandir la experiencia del juego. Sin embargo,
los hallo mediocres si es que intentan patchear o arreglar algo que salió
incompleto a la venta. Por ejemplo: los DLC de Dragon Age: Origins expanden el
juego, los de Breath of the Wild también. ¿Puedes jugar vanilla y ser feliz?
Sí. En cambio, los de Star Wars: Battlefront II arreglaron un cagazo que se
mandó DICE, y Disney debió haber cortado contrato con EA ahí mismo por weones. Pokémon
Sword y su DLC están más cerca a Star Wars que Dragon Age.
No me gustó Sword por todo lo que
les conté recién, y no me apetece jugar ese DLC. Por lo que he visto en
reviews, puedes mover la cámara como en la Wild Area, y hay varios collectibles
que son interesantes. Pero me molesta que se haya anunciado tan apenas fue
anunciado Sword. Siento que eso es un “lanzamos el juego a la fecha porque
necesitábamos finalizar este contrato. Así que filo, para jugar algo que nos
faltó, jueguen el DLC” y no me gusta que se perpetúe ese modelo de juegos incompletos
y que el DLC arregla.
Game Freak está agarrado de los
cocos, lo sé. Sé que hay contratos de muchos millones porque hay que sacar los
peluches, el anime y los calzones con los personajes nuevos. Pero también sé
que existen los recursos económicos para pagar el desarrollo de un gran juego. Game
Freak se esforzó lo mínimo por sacar algo mejor que Sun & Moon, tanto en
mecánicas de juego, diseño de personajes, historia y Hop. Soy creyente que los
spin offs es donde Pokémon brilla, no los main games. Pero no te mentiré que me
decepcionó que después de más de 15 años de no haber jugado Pokémon, la
franquicia ha avanzado tan insufriblemente poco.
Igual salté en una pata cuando se
anunció Pokémon Snap para Switch, así que estos bastardos me siguen teniendo
atentos a los Direct. Y si hacen un juego enfocado en Yamper, Boltund o Charles Chaplin, también.
Saludos a las personas que
entendieron la referencia a D-Idara [wink wink].
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