Y pensaba acá poner a Mufasa, pero conozco a mi audiencia y sé que aún hay heridas no sanadas.
Sabes que la escena aprieta el estómago cuando hasta en idiomas que no entiendes el diálogo te llega a la médula.
Hay dos cosas que están claras: la pizza con piña es un crimen, y que nos vamos a morir. Algunos con dolor y vísceras volando, otros tranquilos en una cama rodeados de los nuestros. Las experiencias que tenemos de cabros chicos nos marcaron porque allí somos esponja de todo lo que vemos, y para qué venir con cosas...vimos harta tele, o al menos yo vi harta. Tele donde personajes se morían y los otros personajes tenían que lidiar al respecto; y como buenas esponjas que éramos, absorbíamos todo, desde lo que nosotros sentíamos hasta lo que ellos sentían y la propia muerte del personaje en cuestión.
Si es que no contamos a Power Rangers y Sailor Moon (donde los malos eran destruidos, es muerte pero no en ese sentido), la primera muerte que vi en la tele fue a mediados de los 90s. No dijeron muerte ni hubo sangre, pero el diálogo y las escenas eran explícitas. Era un "paso", era dejar de estar acá, y era también el luto de los que se quedaban: David, el Gnomo. La serie tenía harto enfoque en cuidar la naturaleza, que uno es parte de la biósfera y ésta es nosotros. También se enfocaba en el matrimonio que tenían David y Lisa, y lo mucho que se querían. Cuando llegabas al episodio 26, ya conocías la relación de ellos y la que tenían con el zorro Swift, ya te habías encariñado (26 episodios es harto para un cabro chico). El último episodio es justamente dar los adioses respectivos y pedirle a Swift que los lleve al claro de un bosque, donde David y Lisa mueren.
Su muerte es bien poética, se transforman en árboles y estarán ahí para siempre, juntos en la vida eterna. El problema es que Swift se queda, y él los mira "morir". Creo que yo estaba en kinder o primero básico, y esa escena en que ellos se transforman en árboles y "dejan de estar acá" me descolocó su buen poco. Dentro de todo, David, el Gnomo era una serie divertida y bien colorida, y que de repente esos personajes desaparezcan (mueran) y que hayan mostrado la reacción de Swift es algo que un cabro chico no estaba preparado.
Y desde allí podríamos hablar de varias otras muertes más. Angemon y Wizardmon, el mismo Mufasa, Iron Giant, la mamá de Carlitos (Rugrats) que fue manejada con una elegancia increíble, Seymour y cuantos otros más. Pero me ha dado la impresión que entre más pasa el tiempo, menos muertes hay y menos tiempo se le dedica a la muerte en producciones audiovisuales, especialmente las que apuntan a cabros chicos; a pesar que, como dije antes, de cabros chicos somos esponjas y ver morir a un "ser querido ficticio" en la tele es buena excusa para justamente empezar a tocar el tema. No hablé de Mufasa hasta inicios de mis 20s con mi mamá, pero sí recuerdo haber conversado de Darth Vader (Return of the Jedi) con mi viejo poco después que vimos ese VHS.
[Disclaimer: Estoy haciéndole la vista gorda de manera monumental a Pixar, lo sé. Ellos son la gran excepción a esta tendencia]
Hace bocha de tiempo atrás, escribí un post sobre la obsesión que hay con la felicidad, y que se quiere rehuir de emociones más "negativas" como la tristeza, melancolía y (adivinaron) el luto. Tampoco te diré que todos tienen que morir en pantalla o que toda producción tiene que ser todas las emociones concentradas en 90 minutos para ser buena película, para nada. Pero entiendo que a Loki en Avengers lo revivieron como 10 veces, y a Optimus también otro par en Transformers. No sé, me parece que se trivializa la muerte de alguien importante, y con ello los sentimientos asociados. Parafraseando a los tipos de Screen Junkies, cuando muere alguien en películas actuales te emocionas porque piensas "wow! Cómo lo van a revivir!?".
El luto ya es complicado para nosotros adultos que hablamos cinco idiomas, sabemos buscar en Google y tenemos una red de amigos que nos apoyahahahaah. Bueno, pero sí es más fácil. Para un cabro chico que ve morir a su ídolo Tony Stark en Endgame (¡no es spoiler ya ha pasado casi un mes!) es mucho más chocante porque la línea entre realidad y ficción está menos clara y porque tiene menos lenguaje y capacidad de expresar lo que está pasando. Y así pasó. Este papá sube una foto de su cabro chico en Twitter abrazando su muñeco de Iron Man, apoyado en su almohada de Iron Man con frazadas de Iron Man teniendo una crisis post- haber visto la película. Pero al par de horas actualiza que gracias a la crisis (y que se calmó un poco) tuvo una muy buena y larga conversación respecto a la muerte, a lo que siente su hijo y a lo importante que fue este personaje ficticio en todo el imaginario del muchacho.
Conversaciones así he visto respecto al Androide 16, Brian O'Conner (Paul Walker), Hachiko y la mamá de Bambi. Y se tienen que dar esas conversaciones. Tengas 5, 15 o 50 años, a cualquier alma no-psicópata que vea con un mínimo de atención Bambi, tendrá ya una conexión emocional con los personajes y tendrá una respuesta emocional cuando pegan el balazo. Y son minutos de película que el espectador tiene que poder tener.
"...Superman"
El video que puse al principio (que claramente no vieron, lo sé) tiene una muerte que me shockeó harto cuando vi ese video: el Señor Hooper en Sesame Street. El actor que interpretaba a Hooper (Will Lee) falleció durante el show, y los productores decidieron dedicar un episodio a entender la muerte de un ser querido. La escena clímax tiene a Big Bird (el pájaro amarillo) queriendo darle un dibujo que él hizo a Hooper, y los adultos diciéndole que eso es imposible, que no puede darle el dibujo. El diálogo te aprieta el pulmón:
- Big Bird, ¿no te acuerdas? El señor Hooper falleció.
- Ah, sí. Ahora me acuerdo. Bueno, se lo daré cuando vuelva.
- ...Big Bird, el señor Hooper no va a volver.
Big Bird luego se enoja, que todo estaba bien como estaba, por qué tenía que morirse, que alguien le dé una buena razón para justificar "esta cosa que vino a alterar mi normalidad". Ouch. Ese episodio fue asesorado por varios psicólogos y gente que sabe más que yo, y al mismo tiempo fue hecho con mucho respeto hacia Lee y el personaje de Hooper, y se nota. Algo que tanto audiencia como elenco debían tener para despedir humano y personaje.
Y eso dejó de hacerse; todos estos ejemplos son o de principios de milenio o del siglo pasado. Salvo mi gran excepción Pixar y una que otra serie por allí, DreamWorks y el resto de Disney no quieren abordar la muerte. Para la última Avengers están juntando firmas para que Tony Stark reviva, y las series animadas ya ni quieren tratar a su público infantil como seres pensantes, menos tocar el luto.
Bambi es pivotal en las muertes para cabros chicos. Fue la primera vez en que fue clarísimo qué ocurrió, y que el personaje con el que ya nos encariñamos experimenta el luto y entender que su ser querido ya no está. Pero quiero terminar mencionando a quien creo es el genio de todo esto, y en cierta medida me inspiró a escribir todo este delirio, el señor Don Bluth. Dentro del currículum de este animador y director gringo están películas ultra expresivas, con colores y líneas muy definidas como An American Tail y All Dogs Go To Heaven, donde la muerte de Charlie al ser atropellado es explícita en la cinta original. Sin embargo, en el remaster que salió en Blu-Ray el atropello tiene fotogramas cortados que hacen mucho menos claro lo que está pasando. ¿Ahora no se puede mostrar una muerte explícita porque los niños se pueden asustar? Lo que me recuerda que en el doblaje gringo de Digimon, hay fotogramas modificados que también hacen que la muerte de Wizardmon no sea explícita como en japonés y latino.
Pero me fui por las ramas. Todo el texto de arriba era un preámbulo para esto:
Antes de Ellie (Up), abuela Coco, Wizardmon y Mufasa, estuvo la mamá de Pie Pequeño. El trabajo de animación y dirección que Bluth hizo en Land Before Time y con la escena en que muere la mamá es la mejor muerte (qué tétrica combinación sustantivo-adjetivo) en película infantil. Empieza con la confusión de Pie Pequeño de no saber qué pasa (cosa que Simba copiará calzado). Ve a su mamá postrada en el piso. Se pone a llover y Pie Pequeño le ruega que se levante. Su mamá le susurra unas últimas palabras de esperanza, que ella siempre estará junto a él aunque no la vea. Pie Pequeño no quiere entender, y es lógico, es una dinosaurio de juarrillocientas toneladas, claramente es fácil de ver! Y ella muere. La muerte de un dinosaurio gigante, poderoso e invencible, es silenciosa e íntima, es rostro contra rostro, y es triste porque una muerte así de inesperada es esencialmente triste.
La cámara se aleja y nos deja a nosotros un buen rato viendo la desolación de Pie Pequeño en la penumbra de la noche. Él carga una hoja estrellada como símbolo de la buena vida que tuvo antes de la sequía, antes de los cataclismos y antes que su mamá muriera. Un recuerdo de dónde vino y para qué él tiene que seguir adelante. Después pasamos unos buenos minutos viendo a Pie Pequeño vagando sin sentido en el ahora desierto, hasta que se encuentra con otros personajes principales de la trama y de a poco empieza a armarse el plot. Y en un par de escenas Pie Pequeño tiene un par de delirios donde de nuevo ve o escucha a su mamá.
Land Before Time se estrenó en 1986 y ya en ese entonces habían críticas que, si bien era buena, la película era más trágica que la mierda (se arregló harto en secuelas posteriores). Pero mirando la muerte de la mamá de Bambi y la mamá de Pie Pequeño, sólo me queda pensar que así es como estableces una reflexión emocional en el cabro chico, que mire a sus papás y pregunte qué acaba de ocurrir. O si la vio solo, que introspecte en qué está sintiendo, esta emoción nueva que no es sólo pena o melancolía, es algo más. Que el cabro chico conozca la muy humana emoción del luto. Una emoción demasiado necesaria de conocer. Poco placentera sin duda, pero que es tan humana como las otras 60y tanto emociones, porque la felicidad no lo es todo. Maldita sea.
(Y ni toquemos la música, que Land Before Time hace que "One More Light" sea feliz)
No cantando "Hakuna Matata" a los 2 minutos de haber matado a Mufasa, no cortando fotogramas para disimular una muerte, no haciendo los ojitos así @.@ para simular desmayo en lugar de heridas de gravedad, no haciendo a Chewbacca gritar porque apuñalan a Han y dejarlo caer al vacío y fin, y definitivamente no haciéndole el quite al patio de los callados.
Sí sé que es difícil de lograr de manera respetuosa, clara y no morbosa. Que cuesta inspirar una reflexión. Y sé también que en esta sociedad obsesionada con la felicidad la gente no quiere llorar de pena. Pero dejen que los cabros chicos lloren de pena y que conozcan el luto, porque todos vamos para allá.
Saludos a Rebecca la elefante.