viernes, 31 de mayo de 2019

¿Por qué la gente ya no muere?

Esta cuestión se me ocurrió hace unas semanas cuando estaba curioseando en YouTube, y vi este video rankeando las "20 escenas más tristes de nuestra infancia" (es al estilo de Watch Mojo, pero harto más decente). Lo que me llamó la atención fue que varias son muertes, y no recientes. Y me puse a pensar, googlear un poco sobre luto y empezó a formularse la pregunta que abre el título de esta entrada, la cual voy a expandir un poco más.

Y pensaba acá poner a Mufasa, pero conozco a mi audiencia y sé que aún hay heridas no sanadas.

Sabes que la escena aprieta el estómago cuando hasta en idiomas que no entiendes el diálogo te llega a la médula. 

Hay dos cosas que están claras: la pizza con piña es un crimen, y que nos vamos a morir. Algunos con dolor y vísceras volando, otros tranquilos en una cama rodeados de los nuestros. Las experiencias que tenemos de cabros chicos nos marcaron porque allí somos esponja de todo lo que vemos, y para qué venir con cosas...vimos harta tele, o al menos yo vi harta. Tele donde personajes se morían y los otros personajes tenían que lidiar al respecto; y como buenas esponjas que éramos, absorbíamos todo, desde lo que nosotros sentíamos hasta lo que ellos sentían y la propia muerte del personaje en cuestión.

Si es que no contamos a Power Rangers y Sailor Moon (donde los malos eran destruidos, es muerte pero no en ese sentido), la primera muerte que vi en la tele fue a mediados de los 90s. No dijeron muerte ni hubo sangre, pero el diálogo y las escenas eran explícitas. Era un "paso", era dejar de estar acá, y era también el luto de los que se quedaban: David, el Gnomo. La serie tenía harto enfoque en cuidar la naturaleza, que uno es parte de la biósfera y ésta es nosotros. También se enfocaba en el matrimonio que tenían David y Lisa, y lo mucho que se querían. Cuando llegabas al episodio 26, ya conocías la relación de ellos y la que tenían con el zorro Swift, ya te habías encariñado (26 episodios es harto para un cabro chico). El último episodio es justamente dar los adioses respectivos y pedirle a Swift que los lleve al claro de un bosque, donde David y Lisa mueren.


Su muerte es bien poética, se transforman en árboles y estarán ahí para siempre, juntos en la vida eterna. El problema es que Swift se queda, y él los mira "morir". Creo que yo estaba en kinder o primero básico, y esa escena en que ellos se transforman en árboles y "dejan de estar acá" me descolocó su buen poco. Dentro de todo, David, el Gnomo era una serie divertida y bien colorida, y que de repente esos personajes desaparezcan (mueran) y que hayan mostrado la reacción de Swift es algo que un cabro chico no estaba preparado.

Y desde allí podríamos hablar de varias otras muertes más. Angemon y Wizardmon, el mismo Mufasa, Iron Giant, la mamá de Carlitos (Rugrats) que fue manejada con una elegancia increíble, Seymour y cuantos otros más. Pero me ha dado la impresión que entre más pasa el tiempo, menos muertes hay y menos tiempo se le dedica a la muerte en producciones audiovisuales, especialmente las que apuntan a cabros chicos; a pesar que, como dije antes, de cabros chicos somos esponjas y ver morir a un "ser querido ficticio" en la tele es buena excusa para justamente empezar a tocar el tema. No hablé de Mufasa hasta inicios de mis 20s con mi mamá, pero sí recuerdo haber conversado de Darth Vader (Return of the Jedi) con mi viejo poco después que vimos ese VHS.

[Disclaimer: Estoy haciéndole la vista gorda de manera monumental a Pixar, lo sé. Ellos son la gran excepción a esta tendencia]


Hace bocha de tiempo atrás, escribí un post sobre la obsesión que hay con la felicidad, y que se quiere rehuir de emociones más "negativas" como la tristeza, melancolía y (adivinaron) el luto. Tampoco te diré que todos tienen que morir en pantalla o que toda producción tiene que ser todas las emociones concentradas en 90 minutos para ser buena película, para nada. Pero entiendo que a Loki en Avengers lo revivieron como 10 veces, y a Optimus también otro par en Transformers. No sé, me parece que se trivializa la muerte de alguien importante, y con ello los sentimientos asociados. Parafraseando a los tipos de Screen Junkies, cuando muere alguien en películas actuales te emocionas porque piensas "wow! Cómo lo van a revivir!?".

El luto ya es complicado para nosotros adultos que hablamos cinco idiomas, sabemos buscar en Google y tenemos una red de amigos que nos apoyahahahaah. Bueno, pero sí es más fácil. Para un cabro chico que ve morir a su ídolo Tony Stark en Endgameno es spoiler ya ha pasado casi un mes!) es mucho más chocante porque la línea entre realidad y ficción está menos clara y porque tiene menos lenguaje y capacidad de expresar lo que está pasando. Y así pasó. Este papá sube una foto de su cabro chico en Twitter abrazando su muñeco de Iron Man, apoyado en su almohada de Iron Man con frazadas de Iron Man teniendo una crisis post- haber visto la película. Pero al par de horas actualiza que gracias a la crisis (y que se calmó un poco) tuvo una muy buena y larga conversación respecto a la muerte, a lo que siente su hijo y a lo importante que fue este personaje ficticio en todo el imaginario del muchacho.

Conversaciones así he visto respecto al Androide 16, Brian O'Conner (Paul Walker), Hachiko y la mamá de Bambi. Y se tienen que dar esas conversaciones. Tengas 5, 15 o 50 años, a cualquier alma no-psicópata que vea con un mínimo de atención Bambi, tendrá ya una conexión emocional con los personajes y tendrá una respuesta emocional cuando pegan el balazo. Y son minutos de película que el espectador tiene que poder tener.

"...Superman"

El video que puse al principio (que claramente no vieron, lo sé) tiene una muerte que me shockeó harto cuando vi ese video: el Señor Hooper en Sesame Street. El actor que interpretaba a Hooper (Will Lee) falleció durante el show, y los productores decidieron dedicar un episodio a entender la muerte de un ser querido. La escena clímax tiene a Big Bird (el pájaro amarillo) queriendo darle un dibujo que él hizo a Hooper, y los adultos diciéndole que eso es imposible, que no puede darle el dibujo. El diálogo te aprieta el pulmón:

- Big Bird, ¿no te acuerdas? El señor Hooper falleció.
- Ah, sí. Ahora me acuerdo. Bueno, se lo daré cuando vuelva. 
- ...Big Bird, el señor Hooper no va a volver.

Big Bird luego se enoja, que todo estaba bien como estaba, por qué tenía que morirse, que alguien le dé una buena razón para justificar "esta cosa que vino a alterar mi normalidad". Ouch. Ese episodio fue asesorado por varios psicólogos y gente que sabe más que yo, y al mismo tiempo fue hecho con mucho respeto hacia Lee y el personaje de Hooper, y se nota. Algo que tanto audiencia como elenco debían tener para despedir humano y personaje.

Y eso dejó de hacerse; todos estos ejemplos son o de principios de milenio o del siglo pasado. Salvo mi gran excepción Pixar y una que otra serie por allí, DreamWorks y el resto de Disney no quieren abordar la muerte. Para la última Avengers están juntando firmas para que Tony Stark reviva, y las series animadas ya ni quieren tratar a su público infantil como seres pensantes, menos tocar el luto.

Bambi es pivotal en las muertes para cabros chicos. Fue la primera vez en que fue clarísimo qué ocurrió, y que el personaje con el que ya nos encariñamos experimenta el luto y entender que su ser querido ya no está. Pero quiero terminar mencionando a quien creo es el genio de todo esto, y en cierta medida me inspiró a escribir todo este delirio, el señor Don Bluth. Dentro del currículum de este animador y director gringo están películas ultra expresivas, con colores y líneas muy definidas como An American Tail All Dogs Go To Heaven, donde la muerte de Charlie al ser atropellado es explícita en la cinta original. Sin embargo, en el remaster que salió en Blu-Ray el atropello tiene fotogramas cortados que hacen mucho menos claro lo que está pasando. ¿Ahora no se puede mostrar una muerte explícita porque los niños se pueden asustar? Lo que me recuerda que en el doblaje gringo de Digimon, hay fotogramas modificados que también hacen que la muerte de Wizardmon no sea explícita como en japonés y latino.

Pero me fui por las ramas. Todo el texto de arriba era un preámbulo para esto: 


Antes de Ellie (Up), abuela Coco, Wizardmon y Mufasa, estuvo la mamá de Pie Pequeño. El trabajo de animación y dirección que Bluth hizo en Land Before Time y con la escena en que muere la mamá es la mejor muerte (qué tétrica combinación sustantivo-adjetivo) en película infantil. Empieza con la confusión de Pie Pequeño de no saber qué pasa (cosa que Simba copiará calzado). Ve a su mamá postrada en el piso. Se pone a llover y Pie Pequeño le ruega que se levante. Su mamá le susurra unas últimas palabras de esperanza, que ella siempre estará junto a él aunque no la vea. Pie Pequeño no quiere entender, y es lógico, es una dinosaurio de juarrillocientas toneladas, claramente es fácil de ver! Y ella muere. La muerte de un dinosaurio gigante, poderoso e invencible, es silenciosa e íntima, es rostro contra rostro, y es triste porque una muerte así de inesperada es esencialmente triste.

La cámara se aleja y nos deja a nosotros un buen rato viendo la desolación de Pie Pequeño en la penumbra de la noche. Él carga una hoja estrellada como símbolo de la buena vida que tuvo antes de la sequía, antes de los cataclismos y antes que su mamá muriera. Un recuerdo de dónde vino y para qué él tiene que seguir adelante. Después pasamos unos buenos minutos viendo a Pie Pequeño vagando sin sentido en el ahora desierto, hasta que se encuentra con otros personajes principales de la trama y de a poco empieza a armarse el plot. Y en un par de escenas Pie Pequeño tiene un par de delirios donde de nuevo ve o escucha a su mamá.

Land Before Time se estrenó en 1986 y ya en ese entonces habían críticas que, si bien era buena, la película era más trágica que la mierda (se arregló harto en secuelas posteriores). Pero mirando la muerte de la mamá de Bambi y la mamá de Pie Pequeño, sólo me queda pensar que así es como estableces una reflexión emocional en el cabro chico, que mire a sus papás y pregunte qué acaba de ocurrir. O si la vio solo, que introspecte en qué está sintiendo, esta emoción nueva que no es sólo pena o melancolía, es algo más. Que el cabro chico conozca la muy humana emoción del luto. Una emoción demasiado necesaria de conocer. Poco placentera sin duda, pero que es tan humana como las otras 60y tanto emociones, porque la felicidad no lo es todo. Maldita sea.

(Y ni toquemos la música, que Land Before Time hace que "One More Light" sea feliz)

No cantando "Hakuna Matata" a los 2 minutos de haber matado a Mufasa, no cortando fotogramas para disimular una muerte, no haciendo los ojitos así @.@ para simular desmayo en lugar de heridas de gravedad, no haciendo a Chewbacca gritar porque apuñalan a Han y dejarlo caer al vacío y fin, y definitivamente no haciéndole el quite al patio de los callados.

Sí sé que es difícil de lograr de manera respetuosa, clara y no morbosa. Que cuesta inspirar una reflexión. Y sé también que en esta sociedad obsesionada con la felicidad la gente no quiere llorar de pena. Pero dejen que los cabros chicos lloren de pena y que conozcan el luto, porque todos vamos para allá.

Saludos a Rebecca la elefante.

miércoles, 1 de mayo de 2019

La Era Nickelodeon: Parte V

(Parte I, Parte II, Parte III, Parte IV, Parte V)

No se puede hablar de Nickelodeon sin hablar de Bob Esponja, sin mencionar la obra del difunto Stephen Hillenburg. Y mencionar la cruzada que unió a internet para tocar "Sweet Victory" en el Super Bowl. Entre eso, y el verano, y que este es el episodio más agreste de la Era Nickelodeon, es que patié este entry hasta harto. Pero hay que ser responsable con mi públicahahahaha. Ya, mucho color. Con ustedes:

La Era Nickelodeon de la Animación. Parte V: "Epílogo"


"Oh Yeah! Cartoons", a pesar de ser la versión pobre de "What A Cartoon!" del Cartoon Network, sí intentó ser el variety show que Nickelodeon necesitaba para atraer nuevos talentos y nuevas ideas. El 2002 ya presentó "ChalkZone" y en la entry anterior conté su modesto éxito. El 2003 le dieron luz verde a un proyecto de Robert Renzetti, que también venía de trabajar en Cartoon Network en shows como Two Stupid Dogs y Dexter's Laboratory; el show se centraba en XJ-9 (o "Jenny"), una robot que intentaba mezclar la vida de ser una superheroína y una adolescente normal. "My Life as a Teenage Robot" duró 26 episodios (dos temporadas) antes de ser cancelado el 2005 por (adivinen) mal rating. Y rara la cosa, porque a los primeros episodios sí les fue bien y hasta ganó una nominación a un Emmy. O el 2003 la cosa estuvo muy mala para que hasta esto fuese nominado, o "My Life as a Teenage Robot" no era tan malo como Nick creyó. Aunque claro, recordemos que esta es la era de "Fairy Oddparents" y "Spongebob Squarepants". O la rompes, o te olvidan.


Durante toda esta saga, he hablado de "Rugrats", de sus películas, sus personajes, el divorcio de Klasky Csupó, que Tommy aquí, que Tommy allá. 2003 fue el año en que intentaron darle una evolución a su otrora símbolo. Primero, con la tercera película: "Rugrats Go Wild!", el cual era un crossover entre Rugrats y The Wild Thornberrys. La crítica no fue simpática con la película, criticando que el alguna vez original Rugrats se estaba haciendo una fórmula predecible. Y pucha, lo fue: fue (por un margen no chico) la menos rentable de las 3 películas y aún hoy en Rotten Tomatoes se le está castigando. Cumplió uno de mis sueños: Escuchar a Spike ("Firulais") hablar. Ya con eso no me quejo.

Siguiendo con mi segundo perro favorito (a Coraje no me lo cambia nadie <3), el 2001 Rugrats hizo un especial para celebrar su décimo aniversario, el cual imaginaba cómo se verían los bebés 10 años en el futuro. La idea prendió y después de varios bosquejos se publicó "All Grown Up!"ese mismo 2003. La serie fue hecha con harto cariño, se quería explorar cómo serían los cabros chicos después de 10 años, cómo todos maduraron y explorarían el mundo. Además, los episodios serían de 22 minutos, permitiendo explorar más la psiquis de los muchachos. Drogas, sexo y otras inseguridades no serían abordadas (eso se lo dejaron a Ginger).

Al principio los escenarios y situaciones serían herencia de Rugrats, pero desde el 10° episodio que querían empezar a mover a los ex-bebés de locaciones y meterlos en aventuras y dilemas más púbers. Angélica especialmente fue interesante de hacer. Por un lado tenías toooo[...]ooodo lo que pasó en Rugrats (ser una sociópata demasiado cruel para tener sólo 3 años), y por otro tenías a la mayor de los ex-bebés, así que también le podían dar más roles. "Lucky 13" (cuando Angélica cumple 13, haciéndose adolescente) fue particularmente popular, y Cheryl Chase (la voz de Angélica) disfrutó harto hacer. Nick propuso la idea de seguir a Angélica en la universidad o la secundaria, dado el éxito de ese episodio. También estaba la idea de que Suzie se mudase y hacer un spin-off centrado en su familia (¿"Cleveland Show"? Calcadísimo).

Y por supuesto, nostalgia. "All Grown Up!" jugaba mucho con la nostalgia: ver a Firulais viejo y gordo, la poodle de Kira en el mismo estado, Dil con pelo, Phillie y Lillie madurando como gemelos, etcétera. Pero los fans no pensaron igual.

No importa cuántos años pasen. Sólo una persona puede hacer esa sonrisa maquiavélica.

Rugrats siempre fue una serie de aventuras, de explorar la dicotomía entre la visión de mundo de los niños y adultos. Y mucho de eso se perdió. Ahora los ex-bebés mostraban dudas y temores propios de su edad, pero no propios del encanto Rugrats. La dicotomía daba cierto aire de caos al show, pero acá era todo muy pulcro. Y sí, All Grown Up! duró unas buenas cinco temporadas (55 episodios), pero también sufrió durante los dos años que estuvo siendo exhibida, para después desaparecer e intentar volver para cerrar el show el 2008.

En junio del 2003, Cartoon Network estrenó The Grim Adventures of Billy & Mandy (Las Sombrías Aventuras de Billy & Mandy), y al mes siguiente el spin-off derivado del mismo show: Evil Con Carne. Y en octubre de ese mismo año, retiró la marca "Cartoon Cartoons" de sus shows. Las series que pertenecían a ese segmento seguían siendo transmitidas, pero sin el logo ni nada. La larga y cruenta guerra entre los Nicktoons y los Cartoon Cartoons se terminaba.

Nick en ese entonces también sufriría hartos cambios. Las series producidas por Dan Schneider (iCarly, Drake & Josh, Zoey 101) empezaron a ganar popularidad por sobre las vetustas series noventeras de bebés que gateaban en el mundo (y después crecieron), tipos andando en patineta y el cabeza de balón. La tercera temporada de Spongebob Squarepants también fue bastante dilatada para darle tiempo a Stephen Hillenburg y su equipo de hacer Spongebob Squarepants: The Movie, la cual fue un éxito brutal cuando se estrenó. Pero pasaron un par de días y The Incredibles (Pixar) atacó, destronando la película. Si bien los críticos alabaron que el plot era para cagarse de la risa, era sólo eso: una película para reírse una tarde y cantar que todos somos cacahuates, mientras Pixar ya estaba dando cátedra de cómo hay que escribir historias para niños. Y si bien episodios de 11 o 22 minutos son divertidos, hay que ser fan de la serie para reírse con una película de 87 minutos.

Hillenburg quería terminar la serie poco después de la película, temiendo que estirar el chicle agotaría a los personajes y a la serie (que es lo que justamente le estaba pasando a Rugrats). A Stephen no le gustó que Nickelodeon quisiese continuar la cuarta temporada (2004), y se alejó del rol directivo. Dejó a su amigo y segundo al mando, Paul Tibbitt, supervisando todo lo que pasaba con la esponja. La cuarta y quinta temporada fueron un exitazo. Pero para la séptima, la década de vida de Spongebob ya estaba pesando y costaba hallar cosas ridículas que Arenita, Patricio y Bob pudiesen hacer.


Con Spongebob facturando, la mayoría de los Nicktoons ya terminados y viviendo de re-runs, Drake & Josh gozando de bastante popularidad, y de Cartoon Cartoons habiendo acabado, me llama la atención que Avatar siquiera existió. No sé si se puede incluso considerar Nicktoon, ya que la serie tiene un plot claro y directo (como una serie japonesa), y no el formato "un episodio es su propia historia" de los Nicktoons. Pero la menciono porque Avatar: The Last Airbender es la última gran serie animada de Nickelodeon.

Michael DiMartino y Bryan Konietzko, tomaron varios conceptos que a ellos les gustaban, como la mitología y magia de producciones a la Harry Potter y Lord of the Rings, junto a su gusto por cine oriental, yoga y creencias asiáticas, combinándolas en lo que eventualmente sería Avatar. La serie fue presentada con un teaser durante la Comic Con de NYC el 2004, donde el estilo "anime pero no" de la animación, que enfatizaba colores y líneas llamó mucho la atención. Ese mismo día Nickelodeon tuvo un panel con los creadores de Danny Phantom, serie que siempre sentí que fue la respuesta al salvajemente popular Ben 10 de Cartoon Network, pero no encontré el espacio para colocarla acá.

Y hablando de Ben 10, es buen momento para tocar la caída de los Nicktoons y el ascenso de las series de CN (que ya no son Cartoon Cartoons). En partes anteriores, mencioné el gusto de Nickelodeon por no hacer lo establecido, por hacer series feas, de tramas raras y cómo todo eso les llevó al éxito. Maldita sea, era una serie de un perro y un gato unidos, ¡¿cómo no iba a funcionar?! Pero con el paso de los años, la cosa se hizo estable, se hizo adulta. No habían riesgos, sólo había Bob Esponja, números y juntas de directivos. A Invader Zim le pasó, a Hey Arnold! le pasó, a Rugrats le pasó. Incluso a Oh Yeah! Cartoons, el bloque específicamente diseñado para ser caldo de cultivo de series nuevas, le pasó.

Pendleton Ward era un muchacho recién salido del colegio, que le llevó a Nickelodeon un corto llamado "Adventure Time" el 2007. A Nickelodeon no le gustó. Ward, convencido de que tenía en sus manos una buena idea, fue a Cartoon Network. Y desde el 2010 que podemos decir...el resto es historia. Nickelodeon perdió una de las series más icónicas de los 2010s. Además, y sólo para echarle sal a la herida, una muchacha llamada Rebbeca Sugar trabajó en la primera temporada de Adventure Time antes de lanzarse a crear su propio show, Steven Universe. Cuando piensas que Nickelodeon pudo haber sido la cadena que tuvo esas dos series, te das cuenta del precipicio en el que cayeron.

Casi...

O quizás no. Quizás fue bueno que Adventure y Steven no terminasen en Nick, ya que la compañía se convirtió en eso: una compañía. Una compañía que no era movida por lo arriesgado, sino por la seguridad que le dio Rugrats en su momento, y ahora Spongebob. Las series animadas que sacó Nickelodeon en los años posteriores a Avatar han sido en su gigantesca mayoría, olvidables. Tontas. No te diré que Catdog y Rocko eran tratados de filosofía, pero convengamos que no llevaban al espectador de la manito en una serie sin alma y que sólo da risa.

No es de extrañar que Nickelodeon el 2011 crease Nick Rewind para poner los nombres que en esta revisión mencioné, series de 1991 que siguen siendo tan vigentes como lo fueron en aquel entonces. Y "The Splat!" en YouTube también ha agarrado bastante vuelo. Quizás es nostalgia por un pasado que ya no fue, quizás es que las series realmente marcaron, pero en cualquier caso, Nickelodeon se subió a esta tendencia actual de hacer remakes de series de antaño y está mostrando su "nuevo antiguo material".

El 2017 se anunció "The Jungle Movie" de Arnold (la que seguí con quirúrjica atención), logró convencer a Jhonen Vasquez de animar nuevo trabajo de Invader Zim, y hay rumores y anuncios con Rocko y Rugrats.

Porque haciendo la raya para la suma, a pesar que desde el 2003 en adelante hubo una caída en picada gigante, lo que hizo Nickelodeon durante quince largos años no se puede ignorar. Siempre se alaba lo que hizo Disney y Warner, pero ahora con mentalidad de 27 años veo Ginger o Hey Arnold! y me doy cuenta de estas series de más de 15 años de vida, que siguen siendo tan vigentes (y entiendo algunos chistes que antes) como lo fueron en su momento. Eso es valioso. Eso fue algo único. Es algo que, a pesar de las muchas risas que me causaron, los Cartoon Cartoons no lograron. Cuando pienso en series que quedarán para la historia, pienso en Animaniacs (y sus muchos spin offs), pienso en Courage The Cowardly Dog, Dexter's Laboratory, y en los Nicktoons.

En Doug, Ren & Stimpy, Rugrats, Aaahh! Monsters, Rocko's Modern Life, Kablam!, Hey Arnold!, Angry Beavers, Catdog, Blue's Clues (Blue Blue ♫ !), The Wild Thornberrys, Rocket Power, Spongebob Squarepants, As Told By Ginger, Dora The Explorer, Invader Zim y Fairy Oddparents.

Una era que tuvimos la suerte de ver y vivir. Una gran era para la animación. La Era Nickelodeon de la Animación.

[Roll Credits]

Saludos a Jhonen Vasquez, Arlene Klasky, Gábor Csupó, Craig Bartlett y Stephen Hillenburg.