Desperté un día y vi mis manos. Mis dedos, mis articulaciones, los tendones, los huesos, la dactilaridad. Vi mi escritorio y vi dos piezas de acero entrecruzadas en X, en cada extremo de estas navajas, había un inocente mango de plástico que permitía manipular estas navajas gemelas. Un pequeño tornillo une cada filo en el medio cual centrómero cromosomal. Tomé un destornillador y las separé, tomé un bisturí y me arranqué los dedos. En su lugar un improvisado guante el cual uniría cada parte de las tijeras a mi ensangrentada extremidad. Habiendo terminado, moví mis nuevos dedos ingenuamente...para ver mi nuevo creación, mis Manos de Tijeras.
Y no, por supuesto que no hice esa demencia, mis manos son una de las pocas cosas de mi cuerpo que sí me gustan. Pero me puse a filosofar y pensar, más allá de la ficción de la película, de que el pueblo lo amó y odió con igual facilidad, que el tipo fue incapaz de amar o de tocar a su amada; que el único modo en que podía demostrar su afecto era podando, haciendo esculturas de hielo o cortándole el pelo a todo el barrio, etc.
Asumiendo que no vivo en ese barrio de casas iguales, señoras excéntricas y cielos azules...mi día tendría un iniciar difícil. Imagino que no soy el único que duerme en una autogestionada posición fetal, y por ende las manos van relativamente cerca de los ojos, boca, nariz, o la almohada. El largo de las "manos" de Edward eran bastante más largas que las tijeras usuales que se venden, pero asumiendo que éstas tendrían el largo del dedo promedio (y más) así que no sería grato. La otra opción sería dormir de espaldas y las manos estiradas o en el pecho (como Edward), así sólo mi ropa y el colchón estarían en peligro letal. El levantarse sería un asunto complicado porque el levantar las frazadas y sábanas requiere habilidad prensil y de eso carezco porque las podaría al tocarlas. Quizá dramático, pero sería una buena manera de ver que tan útil son las muñecas o el codo.
Mantener una posición erguida no es problema, pero el tocar la ropa y ponermela (especialmente la del pecho) sería batalla épica, ...quizá hasta imposible a menos que sea de fibra bastante sintética y dura. La perilla de mi puerta es redonda, así que nuevamente mis manos de tijeras son inútiles y, nuevamente mis muñecas son geniales. Para saludar al perro, tendría que usar el lado opuesto a la palma de pseudo-mano, y esperando que éste se mueva lo menos posible para no cortarlo accidentalmente...o en su defecto ni tocarlo. El baño sería otro problema. La orinada matutina se complica excesivamente cuando desde levantar la tapa del baño hasta orientar el que-te-dije debe ser realizado con tus muñones (la espalda no me da para hacerlo con los codos). Lavarme la cara...los dientes, las tijeras (no me gustaría tener tetano en mis manos).
La "vida en esta sociedad" no parece ser mucho más fácil. O sea, olvidemonos de asaltos, flaytes y demases...en dos tiempos puedo reducir a cualquier persona, atacante o cosa a un tipo con su cabeza entre las manos. Aunque hay más cosas que se pueden hacer con manos y dedos que con tijeras. Colegio por ejemplo. Si bien es cool la imagen de ser el niño anti-bullying al que ningún pelotudo con exceso de ego puede disminuirme, el darle la mano (o muñeca) a un amigo, el escribir, siquiera sacar un cuaderno...sería muy laborioso. Las pocas veces que Edward tocaba a alguien, lo debía de hacer con una precisión quirúrjica para evitar rasgar la piel de ese alguien, y no se si mis articulaciones pseudo-dedos la tendrían, aunque dicen por ahí que la práctica hace al maestro.
Si bien hay mucha gente a la que no me desagradaría en lo más mínimo rajarle la cara, podarle el pelo o hasta apuñalarla...también hay un buen número de seres que si disfruto tocar, no por nada gran cantidad de terminaciones nerviosas están en las manos. Hablando de nervios, ¿cómo se sentirían unas tijeras? En lugar de dedos articulados, de leve calidez y amplia movilidad...un pedazo de metal cortante y rígido. ¿Pero insensible? Tocar algo se sentirá como cuando con una zona en que el hueso está cerca (como las rodillas) tocas algo duro, salvo que no se sentirá piel sobre ésta. El metal conduce el calor mejor que la carne, así que espero no serían inhertes fierros y algo de calor corporal transmitirán, aunque también...cuando haga frío, un "abrazo" será lo que menos busque la gente de mí. Y cuando haga ese calor veraniego, mis manos gritarán por sombra. Mis manos (que tienen las glándulas sudoríparas muy activas) jamás expelerán ni sudor, ni sangre, por último pus de una espinilla. Lo único que emanará será oxido cuando al igual que su dueño, éstas comiencen a envejecer...aunque imagino que mis manos durarán mucho más que el resto de mi cuerpo órganico. Si bien tengo tendré cuchillos portátiles (que me aseguraré de cuidar para que sean más eficientes que el cuchillo de carnicero de mi viejo) y seré un hacedor de asados profesional...el comer algo que no sean anticuchos/brochetas con las manos será...ahm, raro. No soy especial amante de la sopa o *inserte plato que se sirva con cuchara* pero tampoco un antagonista, aunque entre dos filos metálicos puede ir una cuchara y tendré muñeca para girarla, sigo sin capacidad prencil, sigo moviendo el implemento en un simple plano vertical. Frente a mí muevo una cuchara de aire y noto todo lo que uso y muevo el pulgar, ...en su lugar hay ahora una tijera, y ninguna de las cientos de adaptaciones que nos llevaron de ser unos habitantes árboreos a la especie "dominante" de la bola de agua.
Por un leve segundo pasó por mi cabeza la idea de masturbarme...ahora es cuando la almohada y mis muñecas adquieren un protagonismo que....me habría gustado omitir (fin del parentésis).
El cómo escribir en el computador, cómo poner un CD, como presionar Play, ...se ven un poquitín mucho más complicados ahora.
Saludos (y agradecimientos...) al Homo Habilis.
P.S: Hace mucho que no veo esta película, así que tranquilos...no es que quisiese pseudo-homenajear a Burton o a Depp.
Tengo un problema con esta pelicula. Es buena... muy buena, pero durante un periodo de 2-3 años en Chile... La dieron TANTAS veces que la termine ODIANDO.
ResponderEliminarY esa sensacion la sigo sintiendo, esta pelicula me sale hasta en la sopa. Y es mas raro aun por el hecho de que no es mala.
Realmente notable tu texto, Kanto. Desde que empecé a leer sabría que meterías al teclado y la masturbación. Igual, una interesante manera de ver la vida a través de un personaje con sus manos de tijera.
ResponderEliminary nunca vi la película.