lunes, 21 de septiembre de 2009

¿Por qué celebro el 18 oyendo Pink Floyd?

Como sabrán (y si no, se enteran) fui a Santiago para estas Fiestas de dudosa significancia, pero de gran alegría para la nación a la que pertenezco, por eso no pude postear en la semana. Ok, la flojera también fue otro gran motivo, pero...ignoren eso.
En otras noticias, me alegra ver la aceptación que tuvo la encuesta que hice, era inspiración para ver de qué forma hacía una futura entrada, al ver la tendencia de votos lamentablemente el nivel de sátira será menor porque no hay nadie a quién insultar e ironizar brutalmente, salvo a la película misma (si no hay ningún potencial ofendido con lo que escribo, ¿para qué hacerlo?).

Entrando en materia, he sido muchas (2) veces criticado mi poco patriotismo. Que no me identifico con gran cantidad de los símbolos típicos chilenos: el huaso, el cóndor, un baile de mierda, entre otras. Yo suelo responder con algo similar a lo siguiente. ¿Por qué aparentar mi chilenidad sola una vez al año?
Es cierto, somos chilenos todo el año, y cada vez que mencionamos a Argentina y...cualquier cosa que se les relacione, a Perú y el tema de los límites, Bolivia y su mar, USA y su mercantilismo, UK y que manejan por la izquierda, etc...nos salta ese sentimiento de "Chile is awes00me", pero es en esta época de Septiembre cuando se acentúa, bailando aquella danza que jamás lo hemos hecho por otra razón, comiendo cosas que el resto del año ni probamos, y viendo a un grupo de uniformados desfilar. Es en Septiembre cuando, apenas una semana luego de un conocido y polarizado incidente, todos nos abrazamos en el alero de cuatro ramas de palmera bajo el son de un "tiki tiki tí" y nos embriagamos. ¿Cuál es ese Síndrome Septiembre? Aquel que nos provoca salir de nuestra rutina habitual, ir a un lugar lleno de polvo, con música estridente y de no mucha profundidad. Aquel que nos hace llenar nuestras casas y calles de banderines de plástico, de comprar copihues y esferas de papel tricolor, de aprendernos las 6 estrofas de nuestro himno.

No tengo idea...pero es divertido. Quizá esa sea una de las mayores razones. Cruzando dos océanos y viajando 12.000 kms, el 17 de Mayo es una festividad también bastante pintoresca para la comunidad noruega. Los niños salen a la calle, se oyen bandas escolares, la gente desfila, todos sonríen, comen lo tradicional (¿pescado y papas? ¿lo mismo que todo el año?) y demases. Pero apenas pasan cuatro horas o menos desde el desfile de niños y el discurso del alcalde y todos se arrancan y la calle vuelve a estar vacía ¿Por qué? Nunca les entendí esa faceta. Es el 25 de Mayo y la vida sigue normalmente, es como si el patriotismo hubiese entrado en Stand By para recargar fuerzas para el año entrante. Quitando la apatía...algo así nos pasa, esperaremos al próximo Septiembre, que ya se viene el 31 de Octubre y esa festividad de mierda comercial gringa que jamás le he visto razón, el 25 de Dic y los regalitos, entre otras. Volvemos a la realidad.



Dejando de lado el nihilismo (porque aunque usted no lo crea: estoy de buen humor), ¿qué es la celebración del 18 sino la excusa perfecta de mostrar lo desinteresados que somos? ¿Nos importan las deudas, el trabajo, el progresismo, las empresas transnacionales, la A1H1? Hell no. Somos chilenos, que los empresarios hagan su pega y nos manipulen, nosotros felices comiendo, bebiendo y (si es que practican aquel ritual) bailando, somos un país relajado, quizá flojo, que vive el día a día y a la mierda los proyectos que se pondrán en marcha el 2015. Nuestras celebraciones nacionales demuestran perfectamente por qué somos latinos y el modelo europeo "desarrollado" no funciona aquí, no nos tragamos cifras estratosféricas, gráficas que quizá ni entendamos, políticas extractivas o las elecciones de Diciembre próximo. El chileno promedio, aquel pelotudo que se despertó con caña ayer u hoy, o el que sencillamente no se despertó, es el que se celebra a sí mismo. Las leyes, los permisos, las fuerzas del orden, o quién sabe qué, le impide juntar cuatro ramas de palmera y juntarse a rascarse la panza con música estridente...salvo en estos dos días. Ciertamente más allá de la cerveza, la chicha, las vacas que matan, los rodeos, el trompo, las fondas, las medias lunas, la cueca que nadie baila, los chilotes que sólo se recuerdan ahora (un saludo a Chaitén y mis respetos), los actos mamones de los colegios, los huasos (¿alguien ha visto uno en otra fecha?) y sus típicos sombreros y los asados, el 18 es una época para demostrar qué tan chilenos somos...no con el folklore que nos han impuesto (ese que acabo de mencionar), sino el que realmente somos: que nuestra idiosincracia, desde Visviri a Villa Las Estrellas es básicamente la misma: un grupo de mestizos relajados que tienen la mejor escusa del año para hacer lo que mejor sabemos hacer...nada.


Así que...mientras me relajo con Shine on Your Crazy Diamond...sean buenos chilenos y oigan un tema que a todos nos enorgullece.


¡¡¡¡Saludos a todos los kiltros que estuvieron en las fondas!!!!

2 comentarios:

  1. Hace siglos que no escuchaba esa cancion de Tronic. La descubri cuando estaba en cuerto creo... En el Alonso ajjaja. La cantabamos todos los alumnos ajajja

    Yo pase el 18 escuchando Black Metal. Con una empanada calentada en el microndas [Y mi mama hace empanadas mas de una vez al año ò__Ó]
    Yo tampoco soy muy patriota que digamos, pero al mismo tiempo no tengo problemas con ser chileno.

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