miércoles, 1 de noviembre de 2017

Carta Abierta al 2011

Estimado 2011:

Esta vertiginosa década está cada vez más cerca de su final y tú sigues dando de qué hablar. ¿Cómo lo hiciste? No sé. Algo sí tengo que reconocer en ti: me diste muchas grandes anécdotas. Mi primer lienzo por demandas estudiantiles, varios foros en la toma de Casa Central, levantar las manos en la Genkidama, ver cómo nuestros dirigentes se paseaban a Villegas y Von Baer en televisión nacional, y largos etcéteras. Me acuerdo de todo eso y en verdad llego hasta a sonreír.

Tengo impregnado en la memoria ese 4 de Agosto. Yo estaba en el segundo piso de la Casa Central de la UChile, mientras un amigo (que había conocido hace quince minutos) tenía CHV conectado a un parlante. Lo que estaba ocurriendo en las calles, lo que se estaba transmitiendo por todos los canales, era lo que nosotros estábamos viendo por la ventana. Me acuerdo cuando mi vieja me llama por teléfono y en el tono más serio y preocupado me dice: "Javier, tú sabes que yo te quiero. Porfa cuídate".

También recuerdo el evento en Facebook para celebrar el año nuevo en Casa Central. Empezó como joda, pero terminó siendo bastante serio cuando llegábamos a fin de año y aún la cosa vivía. Se bajó eventualmente, llegamos a las vísperas de año nuevo, y vi las peleas y discusiones más densas de todo el movimiento. Estudiantes tratando a estudiantes de amarillos, vende patria, cobardes, débiles y cuánto adjetivo puedan imaginar. Otros estudiantes tratando a los primeros de radicales, sesgados y utópicos.

Y terminaste.

Ya ni recuerdo por cuánta weá marchamos el 2011. Y sí, al centro está la Camila. 

No pasó nada el 2012. Y en las elecciones FECh recuerdo a esta flaca de Juan Gomez Millas decir que el 2012 fue una retirada estratégica, que el 2013 se venía con todo lo que no se alcanzó el 2011. Ella terminó ocupando un puesto en la FECh, y el 2013 no ocurrió nada.

Y por último, el 2016 que era un doble aniversario (10 años desde la Rev Pingüina, 5 años desde ti) hasta hubo una toma, su intento de levantar movimientos y petitorios internos y algo que finalmente permitiese las condiciones que hicieron que el 2011 todo estallara. Y no pasó nada relevante. Ya era evidente algo que muchos no querían aceptar:

Tú estás muerto.


El 2011 había terminado hace media década atrás, y los dinosaurios de la FECh seguían intentando revivirte. Tiraban magia negra sobre tu cadáver en putrefacción esperando una señal de vida, pero no pasaba nada. Sólo el tiempo pasaba: el rector cambió, los decanos cambiaron, los estudiantes del 2011 egresaban, más mechones entraban, los funcionarios a contrata se renovaban, todo iba cambiando. Trump ganó en USA, Brexit separó a Reino Unido, el panda gigante dejó de estar en extinción, todo cambió. Salvo la FECh. Ellos seguían haciendo pentagramas en tu nombre.

Y así llegamos al 2017. Salvo unos persistentes (¡hola!) que aún no salimos, todo el plantel universitario y secundario del país ha sido renovado. Ahí me encuentro a un Daniel Andrade parado al lado de un Ennio Vivaldi en el sol invernal de Antumapu explicando los peligros de la nueva Ley de universidades estatales. No estaban con el Necronomicón en la mano tratando de traerte a la vida, o de invocar a Camila Vallejos o Víctor Perez. Ahí estaban ellos, explicando una pelea del 2017, no del 2011.

Las consignas son otras. Gratuidad asegurada y que no peligre por el presupuesto de turno ni las intenciones de un imbécil megalómano, una educación no-sexista donde (¡¡por la chucha!!) a Marie Curie se le deje de decir "madre, esposa y científica" y nos refiramos a ella como la genio irrepetible que fue [o sobre acoso estudiantil que da para una entrada completa]. Este año se habló de los funcionarios no-académicos de la UChile como seres humanos, como personas con familias, sueños y miedos, no con ese condescendiente "y los funcionarios y los pobladores y el pueblo mapuche y los pandas gigantes que ya no están en extinción" simplemente porque había que alargarse en el discurso y ser inclusivos. Este año parece que al fin dejamos de perturbar tu tumba y seguimos adelante.

Oye, ¿y qué fue del Barricada? Él era el símbolo de la toma.

Ahora es cuando los aspirantes a la FECh, esos aspirantes que no estaban en la U para el 2011, decidirán si seguirán hablándote a través de la Ouija, o si te van a dejar tranquilo de una maldita vez. Quizás, el próximo año sí sea (al fin) "un año decisivo para el movimiento estudiantil", porque se verá si los nuevos cabros harán un nuevo movimiento o seguirán con Necronomicón en mano. 2011, por favor, muérete. No dejes que te sigan haciendo magia negra para traerte de vuelta.

Saludos al Profesor Keating.