jueves, 26 de abril de 2018

¿Por qué los santiaguinos no saben dar direcciones?

Quizás sea mi formación profesional, mi personalidad o simplemente que soy copuchento, pero siempre me ha gustado observar cómo se comportan estos extraños personajes nacidos en la capital. Sus actitudes, dichos y reacciones que nos llaman la atención al resto de los chilenos, y más de alguna vez nos hacen preguntar "¿hermano qué weá?". Hace algún tiempo hablé sobre la necesidad del santiaguino de mostrar su estirpe, y hoy tocaré otro tema que me asombra: su incapacidad para explicar cómo llegar de A hacia B.

Esos dos tipos están a punto de morir porque no supieron seguir indicaciones.

En el Chile civilizado, para decirle a alguien cómo llegar al centro cívico le dices sube/baja por tal calle, cruza en la casa amarilla, camina unas tres cuadras, toma tal transporte público, y fin. Easy. ¿Cómo llegar desde Los Héroes a Baquedano? Caminas por la Alameda en dirección Este hasta que llegues, cinco estaciones de metro, o tomas cualquier transantiago que diga "Providencia" o "Salvador" porque esas pasan por ahí. Qué sé yo. ¿Qué diría un santiaguino? "No, está como a quince minutos".

Y ahí choco con estos tipos. ¿Por qué usan el tiempo como medida de distancia? Contrario a la creencia popular, Tobalaba y el Aeropuerto no están a media hora, están a veintidós kilómetros. Dependiendo el medio de transporte, el tráfico o si hay elefantes en la vía, el viaje puede tardar un tiempo entre 20 minutos y su par de horas, pero la distancia sigue siendo 22 kilómetros.


"Estoy a cinco minutos". No amigo. Tú estás llegando en cinco minutos (y más te vale gil qlo, porque te llevo esperando quince). Tú estás a dos estaciones de metro, tres cuadras, 250 metros, etc. El problema de usar el tiempo como medida de distancia es que asume un millón de factores, y por tanto es super relativo, ya hasta el largo de las piernas o la prisa hace variar tu medición.

La distancia que tú puedes recorrer en una hora en una calle santiaguina es muy distinta a la que recorres en la Ruta 5 Sur (con poco tráfico). Ergo, dos cosas que están "a una hora" no equidistan. Valparaíso y Quillota están ambos a 120 km de Santiago en línea recta (Fuente: Google Earth). Gente que ha hecho el viaje entre el puerto urea y la ciudad smog dirán que el promedio de viaje es 1:30 hrs (con un factor de error que depende harto del tráfico, la fecha, etc.). Por extensión, uno puede creer que el bus Stgo-Qta se demora lo mismo. Y no. Pasa que el bus va parando en varios pueblos intermedios, la salida norte de Santiago es un culazo y la Ruta 5 se da una vuelta rara hacia el norte, haciendo que el viaje se acerque a las dos horas (y más). Y ambas urbes siguen estando a 120 km de Santiago. Pero eso le costó un rato lograr procesar a mi amiga santiaguina, que no entendía cómo si Valpo y Qta están a 120 km de Stgo, el viaje hacia Valpo era considerablemente más corto. Y adivinen por qué: porque el tiempo no es una medida de distancia.

La otra vez estaba buscando no recuerdo qué en Av Providencia, me acerqué a preguntarle a unos transeúntes y me dijeron "está a tres semáforos". Mi provinciano interior estuvo a punto de preguntarles de dónde eran, porque un santiaguino jamás sería tan pragmático en su descripción.

El del fondo es sólo una guía, tú no estás a seis minutos de San Bernardo. ¡Entiende mierda!

Tal vez alguno alegue que en Santiago los hitos son más difíciles de ver, las distancias más largas, los medios de transporte más ambiguos y variables, qué sé yo. Pero también los provincianos podemos recalcar que Google Maps, Uber, Metro, etc., te permiten conocer distancias de traslado y en línea recta con mucha más facilidad que en el resto de Chile. La conclusión que me hace sentido es que estos tipos son raros. Me pregunto si no entender el concepto de distancia también les afecta su entendimiento de la velocidad (v = d/t) y por eso manejan como la mierda.

[Sí sé que velocidad es desplazamiento/tiempo y que al hablar de distancia el cuociente asociado es rapidez, pero se entiende el punto].

Pero bueno, cosas raras de esta gente. Y si bien lo del colegio fue la primera entrada real, con este entry inauguro formalmente la etiqueta "cosas que no entiendo de los santiaguinos", otra pelotudez más para hablar en este blog de mala muerte.

Saludos a Sheep en la Gran Ciudad.