Quienes me siguen en mis RRSS, sabrán que hace un rato estuve paseando por Coney Island, en New York. El lugar es visitable por mérito propio y lo recomiendo como panorama para ir a caminar un rato. Sin embargo, en mi caso conozco a Coney Island y su historia por una extraña fascinación que me dio producto de una canción, y fui para allá con la misión de hallar esas cosas extrañas. ¿Las hallé? ¿Cuál es el rollo con Coney Island? ¿Voy a dar la lata de nuevo con un lugar peculiar del mundo? Todo eso y mucho más en los párrafos siguientes.
En 2002, los canadienses Godspeed You! Black Emperor sacan un disco que incluye la canción "Sleep". Dicho tema empieza con el monólogo de un caballero llamado Murray Ostril que describe su infancia y recuerdos en el parque de diversiones de Coney Island. Su extracto dice:
"Anyways, let's see what else I, uh... It was Coney Island. They called Coney Island, 'the playground of the world'. There was no place like it, in the whole world, like Coney Island when I was a youngster. No place in the world like it, and it was so fabulous!! Now it's shrunk down to almost nothing, you see. And, uh, I still remember in my mind how things used to be, and I feel very bad. But people from all over the world came here. From all over the world, it was the playground -- they called it the playground of the world, over here. I even got -- when I was, uh, when I was very small, I even got lost at Coney Island, but they found me. On the beach. And we used to sleep on the beach here, sleep overnight. They don't do that anymore. Things changed, you see. They don't sleep anymore on the beach".
A medida que el monólogo avanza, su voz se pone más y más nostálgica, y quizás hasta se quiebra en el final "they don't sleep anymore on the beach". Coney Island es un lugar real, una isla al sur de Brooklyn que más de 20,000 personas hoy llaman su hogar, y de alto valor turístico con sus playas y acuario. Y esa disonancia entre la emocionalidad de las palabras de Ostril y la alegre (?) existencia de este lugar me generaron curiosidad hace bocha de tiempo, leer sobre la isla y su historia, y por qué hay una torre vacía de acero al centro del parque.
Nuestra historia comienza a fines del siglo XIX. New York es uno de los polos económicos más grandes de occidente, y el aumento poblacional y de capital promovieron el desarrollo de la industria de entretenimiento en su barata periferia. Al mismo tiempo había un cambio cultural en los parques de diversiones que se explica raro en español así que usemos el inglés: donde antes el amusement park era un amused pasivo (tú veías algo que te sorprendía, como un humano de tres cabezas o un show de payasos), ahora es un amused activo (tú te subes a una montaña rusa, autos chocones, qué sé yo). Estas dos cosas promovieron que para 1905 hubieses tres parques de diversiones en la isla de Coney: Luna Park, Dreamland, y Steeplechase Park. Cada uno con su legado y su contribución a la historia de la isla.
Excepto Dreamland que se incendió en 1907.
Cuando llegué estaba nublado, sepan perdonar las primeras fotos.
"Barata periferia" no es un clasismo poco sutil, sino la percepción de la época. En Coney Island vivía gente de bajos recursos, así que cosas modernas como alcantarillado, una adecuada red de prevención y combate de incendios, red de electricidad decente, etc., no eran prioridad en este sector de la ciudad. La diversión entregada acá era más parecida a esas ferias de barrio con esos juegos que sientes cómo truenan los pernos, más que un "Parque de Diversiones ©" hecho y derecho. La poca regulación también propició prostíbulos, cabarets, y demás. Piensa esto: eres el dueño de un parque de diversiones en una zona barata y poco regulada de Brooklyn. El parque del lado te está haciendo competencia. ¿Qué haces? ¿Pones una montaña rusa aún más grande? Sí
Arte inspirado en la montaña rusa 'Cyclone' y la rueda de la fortuna 'Wonder Wheel'.
Y el del lado, ¿qué va hacer? ¿Instalar una réplica de una base antártica con osos polares incluidos (porque claramente hay osos allá) para que la gente se sienta en el continente blanco? Por supuesto. Y ante eso, ¿Qué hace el del lado? ¿Aprovechar la poca regulación (y que los derechos humanos aún no existen realmente) para hacer un Freak Show con mujeres con barba, enanos, siameses, y otros humanos que probablemente no es sólo ilegal para nuestros estándares, sino que además inmoral? ¿Por qué no?
Lo de arriba son obviamente representaciones modernas, pero se entiende el punto.
¿Y el del lado qué va a hacer? ¿Sufrir otro incendio? Sí. ¿Y el del otro lado? ¿Acaso instalará la caída libre que en ese momento era la más alta del mundo en un parque de diversiones [citation needed], para que los visitantes se lanzasen en paracaídas, y la presentará en la Feria de New York de 1939 para obtener toda la prensa posible? Sí.
No sé a cuáles tiempos pasados se refiera Murray Ostril en "Sleep", pero creo que piensa en estos. Este seguía siendo un lugar relativamente pobre de NYC, y la gente posiblemente se quedaba y dormía en la playa para aprovechar lo máximo el fin de semana. Ya para el fin de la Segunda Guerra, las cosas estaban cambiando para Coney Island. Algunos dirán mejorando, otros no tanto.
Para la década de los '50, Luna Park sufre irreparables y fatales incendios, quedando sólo en nombre y en el recuerdo. Aprovechando los lotes vacíos y que aún era periferia barata, Trump compró un par de terrenos y construyó departamentos en el sector. Trump el papá de ese Trump. Varios residentes acaudalados blancos migraron hacia mejores sectores de NYC -recordemos que el "I have a dream" de Luther King aún no pasaba en este punto. Steeplechase Park, el último parque en pie, si bien celebraba su 20,000,000avo visitante en 1951, también tuvo pésimas decisiones administrativas (...y raciales) que lo sofocaba aún más.
Y a eso sumarle el contexto de Coney Island: que pucha...seguía siendo periferia barata, y los opulentos de Manhattan y downtown Brooklyn no miraban felices este lugar hacinado, donde la gente no tenía ni espacio para bañarse, que no cumple con regulaciones, que tiene violaciones laborales grandes, que se quema cada dos semanas, etcétera.
Things changed, you see. They don't sleep anymore on the beach.
Steeplechase Park, el imponente parque de 6 hectáreas (el tamaño de Fantasilandia) y 67 años de funcionamiento, fue cerrado en 1964.
Lo que hay hoy es el Luna Park, inaugurado el 2010 y bautizado en honor al parque de mismo nombre que abrió a principios de siglo XX. Obviamente, a estas alturas este Luna Park cuenta con todas las medidas de sanidad y seguridad, y no desentona frente a toda la vibe costera que hay en Coney Island. Hay bastantes latinos y afrodescendientes, no sé si fue mera coincidencia mía de cuando lo visité (o que está lleno de latinos en todos lados), o si será herencia del pasado racial neoyorquino.
Y para que vean que no soy un maníacodepresivo, acá un par de fotos bonitas del actual Luna Park en funcionamiento:
Hoy, Coney Island es agradable, y Luna Park saca un par de alegrías a los fans de los parques de diversiones. Yo disfruté más caminar por el aledaño Coney Island Museum (aparte que hacía un calor de la perra), fundado para justamente preservar toda esta estrafalaria y algo decadente historia. Sentarse en el actual Steeplechase Pier, mirar hacia la playa relativamente llena, e imaginarse miles de personas bañándose, y que atrás había un skyline no de edificios, sino de montañas rusas, ruedas de la fortuna, y miles de lucecitas para atraer visitantes. Y entre medio habían piscinas, casas de terror, prostíbulos, circos con animales, algo que violaba derechos humanos, casas de apuestas, restaurants, y decenas de cosas más. The playground of the world, como la llamaron por ahí.
...y en verdad Dreamland también tiene harto legado a pesar de haberse quemado a muy pocos años de su apertura. Pero eso lo tendrán que ver ustedes cuando vayan al museo, y la cerveza local que venden también está bastante buena.
Saludos a Steeplechase Face.