sábado, 6 de julio de 2013

Fui a una tocata de Jorge Gonzalez...y viví para contarlo.

La historia que crea esta entrada es simple, el miércoles pasado fui a una tocata del ex-vocalista de la legendaria banda Los Prisioneros y quería contar mi experiencia. Y tranquilos, no será formato review...si ya en 72 horas olvidé varios detalles. Pero bueno, Jorge Gonzalez en concierto...¡¡Yahoo!! *Léase ese "Yahoo" con el mayor laconismo posible*

El lugar era un bar ABC1 en el Barrio Bellas Artes del Centro de Santiago, la entrada costaba $10.000 e incluía cover. Yo iba gratis (sino, ni por si acaso habría ido jejeje) y como estaba en lista, no tenía trago gratis pero ñeh. Los rostros denotaban que la mayoría del público estaba por sobre mi rango etario y, maldita sea era Jorge Gonzalez, predecible. A eso de las 23.35 la gente ya se impacienta y comienza un griterío desde la parte de atrás. Entre el tumulto aparece un flaco con cara de nada, chaqueta azul y pelo canoso. Se sienta en el escenario y alguien le trae un vino. Comienza con "No necesitamos banderas" y el público está vuelta loca. "¡Grande! ¡Maestro! ¡Leyenda! ¡Te doy quince hijos!" eran las frases que se oían. Y ya, no tengo nada que reclamar porque todos hemos sacado nuestro lado groupie con un artista que nos gusta, pero la imagen que tenía del tipo era algo más ehm...así:


Un tipo que interactúa con su público, que lanza ácido a las autoridades a través de su música, que al menos tiene energía. En su lugar había un cincuentón que con una íntima guitarra y tres focos que lo iluminaban le cantaba a nadie, aun cuando todo el Bar le coreó cada verso. A eso de la cuarta canción le habla al tipo del sonido para que le arregle algo en la guitarra, no resulta. Se enoja, se para y se va al piano. Mish, no sabía que tocaba el piano. Su segunda intervención en el instrumento es "Muevan las Industrias" y la reacción del público nuevamente es enérgica a cagar, él incluso se aleja del micrófono para hacer sing-along con el bar. Varias canciones más que yo jamás había oído (o si es que lo hice, las omití de mi memoria) y suena otro clásico: "Tren Al Sur". De las que conocía en su formato "tradicional", esta fue probablemente la única que sonó realmente bien en formato "piano + Jorge apenas cantando + público rugiéndola".

Anécdotas hay varias. En su momento le dice al público "¿Les pido algo? Igual es fome cantar con los ojos cerrados así que...¿Por que no apagan las cámaras y dejan de grabar? Si igual la grabación la van a ver en internet después". Hermosa y ultra-necesaria crítica a los cientos de miles Turistas de Conciertos que van a una presentación sólo a decir que ahí estuvieron; varias caras estaban mirando la cámara HD de sus iPhone's y no al artista vivo que tenían al frente. El setlist estaba en Arial tamaño 12 y con la no-luz que había en el local (más los años de Jorge) poco veía, así que en total anarquía (?) rompe el Setlist que está pegado en el piso para ver qué cresta de canción venía. Nadie le movió sus trocitos de papel en todo el concierto.


"Si sueñas con Nueva York y con Europa, te quejas de nuestra gente y de su ropa..." comenzó a versar. Se escucharon gritos "¡¡Hipsters culiaos!!" y una gran alabanza a Jorge y a la canción. ¿Pero no fue él quien estuvo en Europa tanto tiempo? ¿No es él el que está tocando en un bar a $10.000 la entrada a 120 metros de la calle más hipster y snob de Santiago? La canción me gusta, sí...incluso si es que me siento aludido (jajaja), pero hay que tener cojones para no autodedicártela en un concierto.

Recuerdo que cuando cabro chico me gustaban Los Prisioneros. Las letras, las sátiras, las críticas a la educación, el mercantilismo y otros temas de las canciones. Sacando una o dos, no son cosas de la dictadura que murieron en cuanto ésta acabó (y nacimos nosotros: los "Hijos de la Dictadura"). Entonces ¿Qué pasó? Como cantautor (formato que nos presentó acá) el tipo se hubiera muerto de hambre, buen poeta y nada más. Quizá sencillamente avancé de la música de Los Prisioneros, o tal vez lo que me gusta es la banda, no el tipo cantándolas como "puta ya, hagámoslo".

Entraron músicos para apoyar y la cosa auditivamente hablando se puso más interesante. El encore estuvo compuesto de "Paramar", un tema en inglés que yo jamás había oído (según internet, es de los Bee Gees) y "Sexo". Aquí al final, amparado ahora por músicos que hacían la pega instrumental, Jorge al fin se para y se pone a jugar con el público, por fin deja de ser un weón fome. Si eso hubiera ocurrido antes, quién sabe...mi opinión sería distinta. Ya, es verdad que un espectáculo en vivo lo hacemos público y artista, pero acá el 80% lo hacía la gente, 15% la "Leyenda del Vocalista de Los Prisioneros", un 4% la banda que acompañó en las canciones finales y el último 1% restante el propio Jorge.


Para Los Prisioneros...me quedo con los videos de YouTube y las tres o cuatro canciones que bajé cuando había Ares (sí, así de añejas son). Pero hey, fui gratis, me invitaron un vodka y pude sacar pica en Facebook. ¿Tengo realmente algo de qué quejarme? A mi defensa debo decir que fui atento y respetuoso con el tipo. No me puse a jugar al celular ni a conversar con la gente como varios imbéciles en otros conciertos. Y por si a alguien le interesa ver qué se perdió, acá el setlist (no roto).

Intenté mantenerme en las tres páginas de Word (aprox.) para que no digan que doy una lata tremenda. Si les parece que estuve especialmente fome hoy bueno...es culpa de Jorge (jojó). Saludos a Fabrizio Copano, que me lo estoy topando relativamente a menudo en este tipo de cosas y me lo topé de nuevo en el bar. Ay sí, yo soy tan VIP poh oye.

1 comentario:

  1. me di la paja de leerme esta wea, saludos javier. Atte tu compañera por siempre, desde la edv :)

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