sábado, 4 de septiembre de 2010

Un Buen Comienzo, Parte V

Había avanzado harto en esta entrada, me dí cuenta que no decía nada, o al menos no expresaba lo que quería expresar (sin caer en la redundancia eterna que tengo con entry's anteriores). F5. "¿Está seguro? Perderá todo". Aceptar.

Bue, la historia versa así. El sábado pasado mi cuerpo estuvo batallando contra los germanes (a.k.a gérmenes), ganando a duras penas, pero la persistencia de éstos me hizo caer finalmente el martes así que...encamado. Tiene cierta belleza el estar postrado en una cama sin poder hacer nada más que quejarse en silencio. O con ruido, y mucho. Usualmente cuando tengo alguna dolencia física, principalmente cabeza, estómago o garganta, ...pienso si me duele más esa zona que otro dolor en otros lados del cuerpo. Una vez leí que las mujeres al parir liberan no recuerdo qué hormona, que hace que olviden el dolor del parto en cuestión y se concentren en el recién nacido que están sujetando en sus brazos. Eso le quita un poco el chiste al dolor, digo...si se va a olvidar así de fácil, ¿por qué es la onda sináptica que más rápido viaja? Al final, es la que más nos conecta con nuestro eterno y muchas veces menoscavado origen animal. Como sea, las ondas atacaron no mi sistema más frágil, que es el digestivo. Al contrario, tuve una sadomasoquista sesión de dolor y gozo con este horrendo dolor de cabeza.
En mi infancia, padecí sinusitis. La falta de asistencia médica temprana derivó en que, si bien estoy sano la mayoría del tiempo, tengo la pro-sinusitis de manera crónica cada vez que un resfríado intenta atacarme. A eso del martes a las 17.00 caí definitivamente. Estaba postrado en cama, pero no inmóvil. De hecho, lo que más hacía era moverme, de un costado a otro de la cama, mientras las frazadas que me cubrían se iban enredando en mis piernas cuales abusadores sexuales, y la homeostasis térmica de mi ser (en pésimo estado por la enfermedad que nunca supe qué fue) me llevaba de estar completamente destapado para luego congelarme y taparme en las sudadas entrañas de mi cama durante otros cuantos segundos, para ahogarme en el caliente aire que ahí se expelía, sacar la cabeza para respirar, y sólo sentir ese nefasto dolor en mi frente. Era un sudor que me recorría desde los codos hasta el último vello de los pulgares de mis pies, y aun así tenía la cabeza totalmente gélida, y esa sensación de "tienes un kilo de mucosidad acá, y estamos muy cómodas. Saludos: Las bacterias". Fue ahí, mientras intentaba volver al sueño (que dicen es una de las mejores maneras de burlar una dolencia) que comenzó el proceso más genial que he tenido: el delirio. Mezclando algunas de mis vivencias, vivencias que ha tenido mi mente, palabras que nunca dije, golpes que no lancé y cuchillos con los que no desangré gente, es que un vórtice de eventos no vividos vinieron. La escena de las olas rompiendo en los tetrápodos de la costa, es por alguna razón potente en mí, totalmente carente de significado, pero funciona de "Overtura" para lo que viene después. El recuerdo de estar en el preuniversitario de Química en el colegio (el cual tiene dos bloques: el primero que es para quienes darán la prueba específica del ramo, y el otro [al que voy] donde vamos los de la simple prueba de ciencias), donde por esas cosas de la irresponsabilidad era el único pelagato, junto a la profesora que me estaba haciendo unas frikis clases particulares. He odiado la química toda mi existencia y a esta tipa le entiendo todo, las vueltas de la vida. Y aun así, tenía el compás guardado en mi estuche y en un momento recuerdo haber pensado "Hey, estoy solo aquí con ella...podría sacarle los ojos y luego matarla y naaadie sabría". ...Las cosas que recuerdo estando enfermo. Pareciera que el dolor de cabeza te insta a pensar poco, pero al no tener nada que hacer, tienes justamente que hacer eso. Pensar. Y pensar. Y como pensar no siempre es pensar cuerdo, ...la máquina sigue andando. Mientras las olas seguían rompiendo en los tetrápodos, alguien paseaba a sus perros, yo conversaba con Tom Cruise sobre si es mejor la leche con chocolate o plátano, alguien me estaba llamando. No, no era ni mi mamá, ni un vecino, ni el celular. Era mi gata que había entrado a mi pieza y se preguntaba por qué me revolcaba tanto en la cama. Podría haberle dicho que las frazadas me estaban violando mientras mi cabeza se congelaba, la mucosidad en mi frente se pudría y lentamente sentía que me estaba muriendo. O en su defecto podía simplemente agarrarla y acariciarla. Opté por lo segundo.

Estuvo poco. Además de que por lo general no le gusta estar en mi cama cuando estoy yo, supongo que la temperatura y el desastre la habrán ahuyentado aun más rápido. Estaba en la sala de mi curso (con el cual las relaciones políticas no son muy buenas), y una de las harpías que más repudio me dice el apodo que tanto odio, le respondo el quintuple de lo que me lanzó, y pronto la sala no es más que un silencio espectral, la tipa queda mal, Kanto Wins. Al tiempo después en msn me veo hablando con el sujeto que más mal me cae del curso sobre lo que dije y demás. Y saben qué...(no, no saben)...¡¡¡Hablaba con él con toda confianza!!! Yo y el Walker, como amigos de toda la existencia, cerebro afiebrado...eres aun más bizarro que el sano. Desperté de esa pesadilla (que irónicamente...era divertida) con una sonrisa en la frente, la cual desapareció rápido presa del dolor. Imaginé los niños delfínes con los que Kurt Cobain estaba obsesionado, que básicamente son bebés con los dedos sin formarse completamente, pensé en mi gata que se había ido ya hace un buen rato, mientras yo me seguía revolcando en mi cama, ahora en total oscuridad. Recordé una conversación con una amiga (cuya relación se ha visto bastante ahm "peligrada" en lo último) en que me confesaba haber cometido uno de los errores más grandes de su vida (no, no quedó embarazada) y que estaba con pánico porque el sujeto con el cual cometió el error en cuestión podría convertir el desliz en un problema irreparable. Al final el sujeto en cuestión borró las fotos y todo bien, pero yo en ese momento no le dí su importancia (Where Is My Mind? Dirían los Pixies ahora). Así que allí, postrado en la cama, acurrucado por los bebés delfínes, mis frazadas sudadas y mi peor enemigo del colegio, comencé a reír. Y reír, y sufrir con el maldito dolor de cabeza y el sudor frío que recorría mi cara, y el sudor hirviente que recorría el resto de mi cuerpo tapado en la cama. Reír...¿De qué? No sé, de que las pocas cosas reales que venían a mi mente eran momentos en que pensé tomar el compás y dejarlo enterrado en el cráneo de un ser viviente o recuerdos agrios míos o ajenos. De la vez el viernes pasado en que me doblé el pie (como siempre...el derecho) y estuve adolorido toda la maldita tarde (aun no me recupero de esa esguince del año pasado) y a veces el dolor aun viene, junto a los bebés delfínes, la imagen de amigos, amigas y un minotauro desnudos paseando a mis perros por las plazas de Halden, la carta de suicidio que me soñé escribirme previo matarme, etc.
Mi madre pidió hora para el médico el miércoles, y esa madrugada me estuve revolcando durante mínimo sus tres horas, pensando y sin pensar, estimulado por un cerebro envuelto en una putrefacta mucosidad. En su momento, logré pararme, me sentí horrendamente débil, no por falta de comida, o quizá sí. El sudor hirviendo que me recorría desde la espalda hasta los talones pronto pasó a un antártico líquido que me congelaba la epídermis. Llegué hasta mi equipo, puse un cd "para relajarme" y volví a mi cama, no podía dormir, así que me puse a jugar Pokémon. Comenzó el Primer Respiro Luego del Coma de Explosions In The Sky, a volumen moderado para no darme demasiadas jaquecas, pero los agudos sonidos iniciales me forzaron a ponerle Stop al terminar. Maldita sea, yo quería oír todo el álbum, pero tuve que jugar Pokémon en total silencio un buen rato. No, en realidad nisiquiera jugué, me vi venciendo a Lance, llevando mi Tyranitar hasta el nivel 100, ¿Pude? No, nunca prendí siquiera la tele. Terminó el único tema que escuché del "The Earth Is Not A Cold Dead Place" y todo estuvo en silencio y oscuridad, cada tanto se escucharía en mi pieza mi mano buscando el papel higiénico, sonándome los mocos y luego lanzarlos por innercia al basurero (a la mañana siguiente, vería que no fallé ninguno). Pero nada sirvió, porque esa pared verde en mi frente que me decía "no te dejo pensar...¡¡ASI QUE PIENSA!!" seguía estando allí, y la imagen de las olas rompiendo en los tetrápodos también. Hay un par de imágenes que mi cerebro nunca sacará de si: la primera vez que vi a mi padre llorar al fallecer una amiga, la de mi primer amor mirándome (aunque no diría amor, era sencillamente sinapsis placenteras, era primero básico), entre otras. Y los malditos tetrápodos.
Mi hermana me acompañó al doctor. Resulta que mi vieja estaba tanto o peor que yo, así que era menos que útil. El doctor era un cirujano, que por esos azares de la vida terminó de Médico General en un Consultorio Público (no lo noté, mi hermana sí). Mientras esperábamos nuestro turno vi como una tipa con uniforme escolar lo hacía también, al salir esta señora de una de las puertas, ella pregunta cuando le tocará "Llegó atrasada, así que tiene que esperar hasta el final", ¿Qué mejor manera de cagarte el día hay que esa? Cerca había otra mocosa, un vistazo rápido no le arrojaría más de 15 años, aun así se le veía muy a gusto usando zapatos de taco. ¿Cuerdo? Para mí no lo era. Al igual que casi todas las cosas que pasaron por mi cabeza esta semana. Me resetaron bastantes fármacos. Uno de ellos era/es una asquerosa pastilla cuyo efecto es tan potente que debe ser disuelta en agua y ojalá ingerida con comida en el estómago, para que todo se revuelva y no cause diarrea. ¿Funciona? No, las tres veces que la tomé terminé con estreñimiento...y el dolor de cabeza. Y los bebés delfínes, y el rollo de papel higiénico, y los segundos iniciales de First Breath After Coma, y mi perro siendo paseado por amigos sin ropa. Al no tener nada que hacer, salvo ver la tele (no encenderla, sólo verla) y escuchar música que ojalá no fuere Explosions, no tenía mucho más que hacer que delirar, soñar despierto, o soñar dormido, no recuerdo haber tenido muchas diferencias entre uno y otro. Caminaba por lares de la ciudad en un muy nublado cielo (mi cerebro adora los días nublados para los sueños...¿Por qué?) y en eso se me cruza la Ailyn, la saludo, me saluda...y sigo mi andar. Luego me cruzo con mi perro, con un tipo que usaba un chaleco celeste similar al de mi viejo, y hasta me topé con Eddie Vedder. Revisé mi celular (odio mi celular), vi que tenía una llamada perdida, algo dentro de mi putrefacta mucosidad me dijo que tendría una. Era la Ivana, la llamé preguntando qué pasaba, luego hablé con la Carla (amiga mutua) y luego colgué, volví a mi pieza, y ahora sí (!) jugué Pokémon, Soundtrack: Absolution, de Muse.
El kilo (y gran parte de ese peso lo hacía una caja) de remedios comenzaba a surtir efecto. Y también el tiempo postrado en la cama, aunque de a poco iba recobrando las fuerzas para pararme, vagar por la casa, molestar al perro o al menos reconocer si estaba despierto o presa de mis delirios raros. Entre más rato estaba conciente, más ajenos parecían los pensamientos que en esa misma cama tuve hace unas pocas horas, un encuentro cercano con mi corporeidad, supongo. La putrefacción de la sinusitis crónica incentivó a mi cerebro a poner (de nuevo) sobre la mesa pensamientos igualmente putrefactos. ¿Qué puedo decir? Cuando me hallé algo más sano, me puse a escuchar el disco solista de Jónsi (ya saben, el vocalista de Sigur Rós), el cual tiene bastantes sonidos agudos. Por alguna razón, el tema Grow Till Tall tiene algo que sencillamente me encanta, quizá como la voz y la batería se unen en total sinergia hacia el final. Tal y como mi pensamiento y mi moco lo hicieron entre jueves y viernes, cuando comencé a mejorar. Curiosamente, a pesar de haber estado postrado en cama todo este tiempo, debo decir...que fue casi divertido, darle rienda suelta a mi imaginación. Al final, nunca averigué si lo de los bebés delfínes era real. Y tampoco se me ocurrió cómo rayos meter a Sigur Rós en este entry porque nunca oí el Takk... (y me dije que tendría que hacerlo) estando en mi total decadencia. Como sea, me descargué. Enfermedad, hasta mucho después.
Sistema Inmunológico Wins.

Saludos a mi perro, a Tom Cruise y a Explosions In The Sky (al final, pude oír el disco como a los dos días después)

4 comentarios:

  1. Wooo! estas vivo, aunque no sé si eso es tan bueno. No,broma... ¿Qué hariamos sin eulalio?(Ser felices?... maybe, maybe not)
    Jamás pensé que estabai tan mal :/,creí que era flojera o algo menos grave que tu transtorno mental con instintos macabros...considerando que también tenías un estuche, mi hipotesis se refuta porque con ayuda de un lápiz es posible llevar a cabo tu plan,yo siempre tengo el bisturí en la mochila, si lo necesitas avisame...si cambias de profe de química,te apaño..ya mucha pelá de cable..

    Los gatos te dejan cuando estas mal y se van media hora antes que sus amos mueran, son una mierda!, pero son adorables ^^
    En cuanto a loquita es una maldita desgraciá, aunque el loquito también xD, pero ella por ser única en sus especie merece ser golpeada¬¬(bueeno él también)
    Cuando estes mal tienes que oir(escuchar) Sigur Ros,yo lo hice y es genial...sientes como que te vas a morir..Y loco! duerme más, al no hacerlo tu sistema inmunológico se va a la mier, es un lujo que no te puedes dar cuando tienes sinusitis crónica. Vaga harto, eso hace liberar dopamina y evita los dolores de cabeza(mi doctor lo dijo)

    mmm..hormonas del parto, además de la oxitocina y enfordorfinas, las cuales no hacen que "se olviden del dolor", no conozco otras...no sé que cuestión freak leiste porque esas dos sólo alivian un poco el dolor...pregunta para Pacheco :B

    Nótese que usaste mal el adjetivo en "eres aun más bizarro" porque no es un atributo que pueda tener el cerebro, según profe oscar. Y por fin sé porque tus pies son una mierda, aunque como dijiste..igual los quieres ^^ jajaj..

    La media volá! (shaa)

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  2. Me es ajeno tu problema... Me enfermo 2 veces al año... Y lo peor que me da en ese estado es una tos seca que dura meses...

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  3. Casi nunca estoy enferma, pero una vez deliré y también era por la sinusitis, que me da cada vez que me resfrío desde la primera vez que me dio en mala y nunca traté. Recuerdo que me dolía tanto la frente que en mi semi-inconsciencia quería literalmente morir.
    Bizarro es un adjetivo mal utilizado por casi todo el mundo que conozco, que lo usa para expresar que algo es extraño estilo Mr Bungle. No es éso. Y cuando me dijiste no pensé que el lapsus de tu sistema inmunológico era tan cuático xd.

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  4. Mr Doctor: Somos dos.


    Qué decir? Una de las cosas que me da rabia de nunca enfermar es no tener la "habilidad" de delirar xD

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