Es oficial: estamos viviendo en la línea temporal más extraña. Imagino que ya sabes (y si no, te enteras ahora) que hoy 10 de marzo de 2022 Kiyoshi Odawara, el Ministro de Relaciones Exteriores de Japón, le entregó a Gabriel Boric una pokébola que contenía un peluche de Squirtle. Así que para los desconectados, pensé escribir un pequeño algo respecto a esta tortuga y su relevancia dentro de la saga.
Había una vez un proyecto de fin de semana siendo desarrollado por unos amigos japoneses. La idea era que una persona saliese al mundo a atrapar unos monstruos fantásticos y con ellos vivir una aventura. El proceso lentamente se fue transformando en Pocket Monsters (o Pokémon en occidente), que salió al mundo en febrero de 1996. Al comenzar tu juego, tú eliges uno de tres monstruos iniciales para que te acompañen en tu aventura. Uno de esos era una simpática tortuga azul llamada Zenigame (ゼニガメ), que cuando Pokémon fue exportado a occidente en 1998, se tradujo su nombre a Squirtle.
Pokémon tuvo un éxito bien humilde y modesto. Sólo se convirtió en la franquicia más rentable del planeta (más que Marvel, Barbie y Star Wars combinados), valiendo más de 110,000,000,000 USD en 2022, siendo portada de la revista TIME, bautizando enzimas y animales en honor a ellos, el mismísimo Papa Juan Pablo II se refirió a los valores positivos de la serie (foh real), y podría estar todo el día mencionando récords. Volvamos a la tortuguita.
Al ser Squirtle una de las tres opciones iniciales hace muy fácil que muchos se encariñen con él. Onda, hay un 33% que todas las 47,500,000 personas (...dioh mío) que compraron el primer videojuego hayan comenzado con él. Y a eso súmale los hermanos pequeños que jugaron después, y los que jugaron el remake, y los que jugamos las descargas piratas informales, y los que empezaron Pokémon GO, y...ya, entiendes.
Como buen Pokémon de agua, él goza de todos los beneficios de este tipo: acceso a varios ataques de decente poder, el movimiento Surf que le permite al jugador cruzar el océano, ataques tipo Hielo para cubrir potenciales debilidades, etcétera. Al igual que muchos Pokémon, Squirtle es capaz de evolucionar al alcanzar cierto nivel de entrenamiento, y su evolución final es una tortuga con dos cañones en la espalda capaces de disparar agua a tal presión que ésta es capaz de cortar acero. Esto último no tiene ninguna implicancia en el juego, pero me parece buen dato freak.
Junto a estas bonanzas, Squirtle tiene acceso al movimiento Danza Lluvia, capaz de hacer llover por cinco turnos y pucha que nos haría bien eso en Chile. Además de detener sequías, esto duplica el poder de los ataque agua de Squirtle, y le permite ser la mejor opción dentro de los tres iniciales [y esto no lo digo yo. Lo dice la ciencia]
Como les mencioné antes, Pokémon tuvo un humilde éxito desde su concepción en 1996, y Squirtle como monstruo inicial le ha dado un lugar privilegiado en el variado catálogo de especies. Estoy hasta mañana mencionando spin-offs de Pokémon donde Squirtle ha salido, pero creo que uno de los puntos que catapultó a Squirtle a la fama internacional fue su rol en la serie animada.
La historia versa así. Un grupo de Squirtle fue abandonado por sus entrenadores Pokémon, y sin rumbo ni destino comienzan a graffitear paredes, robar comida y a hacer travesuras por la ciudad. Se hacen llamar Escuadrón Squirtle. Se encuentran con Ash, Pikachu y el resto de la pandilla. Y después de una serie de desventuras, el líder (el que sale con los lentes angulados en la foto) se da cuenta que no todos los humanos son malos y que Ash es de confiar, así que decide sumarse a su equipo. No sólo eso, los Squirtle reflexionan que pueden dejar de ser unos giles y en su lugar usar sus poderes para el bien, así que la ciudad los condecora como bomberos honorarios y se dedican a apagar incendios.
Cacha po. Hacen llover y más encima apagan incendios. ¿Qué mejor?
En muchos sentidos, Squirtle era el payaso del grupo. Siempre leal a Ash y un defensor de la justicia, pero tampoco temía hacer bromas o tener un comportamiento incluso cínico. Esto se contrastaba con Pikachu que era más "héroe", Charmander que era más quitado de bulla (...hasta que evolucionó), o Bulbasaur que era el serio del equipo.Entre los logros del Squirtle de Ash se mencionan haber empatado en la primera prueba del primer gimnasio de la Liga Naranja y ganado la segunda, ganarle a Starmie y ganar el tercer gimnasio de esa Liga, ayudar a salvar a Ash de morir de hipotermia al perderse en la nieve, ganar el Grand Prix de Fuego y Rescate, ganar las preliminares de la Conferencia Plateada, salvar a un grupo de Pokémon de dormir eternamente por culpa de Jigglypuff, salvar a Ash, Misty y Brock de una tempestad creada por Mewtwo, ayudar a salvar el mundo junto a Lugia, apagar decenas de incendios y salvar gente atrapada en éstos, y haber derrotado al Equipo Rocket muchas muchas veces.
En el marco del remake de los primeros juegos, Nintendo hizo esta imagen de Squirtle, y la todo poderosa internet no fue indiferente a la pose de nuestra tortuga favorita. Latinoamerica rápidamente convirtió esta imagen (y por defecto, a Squirtle) en el meme "Vamo a calmarno" que llama justamente a calmarse, actitud relajada y despreocupada que el Squirtle de Ash nos dio durante tantos años. No voy a citar todos los ejemplos en que esa imagen fue usada, pero sí mencionar que esto ayudó a Squirtle a catapultar su ya alta popularidad. Y en 2018, el demasiado popular juego Pokémon GO decidió honrar a nuestra tortuga favorita, haciendo un evento donde podías obtener un Squirtle con los lentes de sol que el Squirtle de Ash hizo famosos a fines de los 90s.
Zenigame, Squirtle, esta es tu era.