¿Por qué estos modernos iPods, mp4s, mp3s y demases objetos digitales son tan diferentes a los tradicionales cds, cassettes o vinilos? Sonido señores. ¡Sonido! Y en la música, ¿Qué es más importante? Arte, sentimiento, historia. Primero entremos a una pequeña descripción de estos objetos de ayer y hoy. Era 1920 y aparece en el mercado el objeto que tienen a su izquierda (o derecha si es que pueden leer esto al revés), ¿qué es un vinilo? Básicamente un disco reproductor del audio que le contiene. Tocado por una modesta agujita, ocupando gran cantidad de espacio, tanto el disco mismo como el reproductor que se debe tener para oírlo. A diferencia de todos los hijos y nietos (y uno que otro bastardo no reconocido) del Disco de Vinilo y el Tocadiscos, el sonido es extremadamente...distinto. Y no me importa lo que digan, tuve la experiencia de oír American Idiot en CD y en vinilo, la diferencia es evidente. El vinilo no tiene aquel sonido eléctrico del cd o el cassette, la voz fluye mejor, no hay britate, no hay kbs/seg, eres tú frente a la música. En materia estética, el vinilo es más grande, por ende la caja que lo contiene también, o sea, hay más espacio para poner boludeces como fotos, letras, etc. ¡¿Qué es más indie que una tienda de vinilos?! El vinilo en duración es pequeño, 20 minutos por lado es una cantidad de tiempo hilarante versus los 79.58 de un CD de audio o las horas de un Mp3 o un iPod, pero voltear un vinilo y poner la aguja (manualmente) de vuelta es un proceso artístico, sabes que la calidad del audio es extremadamente gratificante, y sentarse con un buen bebestible mientras oyes Dark Side of the Moon....melolagnia pura.Damos un salto largo (y quizá tanto que puede haya olvidado a alguien en el cam
ino) hasta un personaje que todos deben recordar. El cassette es un verdadero tanque. Puedes tirarlo desde un 2º piso y las posibilidades que tiene de sobrevivir son mucho más altas que cualquier material auditivo antes y después. ¡¡Puede revobinarse con un lápiz!! El cassette, un veterano que ha sobrevivido más de 60 primaveras y traído música a generaciones, fue también el primer mecanismo de audio portatil. Gracias a artículos que hoy parecen de una civilización precolombina y a pilas Duracell, se podía colocar en el cinturón, bolsillo o lugar que tuviese espacio disponible, y tener música ininterrumpida durante 60 minutos, luego...el nostálgico, romántico e insuperablemente indie proceso de abrir la caja, darlo vuelta y apretar Play nuevamente. El Rewind del lado A era el Fast Forward del lado B. Lo curioso es que a pesar de la inquenbrantable cáscara de plástico capaz de soportar bombas atómicas, el interior de un Cassette es tan delicado y frágil como el de los vinilos o CDs, una telita, una cinta como la de los VHSs (que quizá algún día le rinda mención), es en la que toda la magia ocurría. Y finalmente...un plus que no ha sido alcanzado hasta la era insensible del s.XXI: el Cassette era totalmente regrabable. Con una humilde y barata radiocassette con el botón "Rec(ord)", de esas que deberían estar en museos, lo que oyeses en la radio, lo que tuviese un amigo, podía estar en tu plástico objeto transparente. Mmmm...ahora entiendo de dónde nació la piratería.El muro cae, y la era del redondito llega. El Disco Compacto, Compact Disc o conocido por el mundo como CD. El CD vence auditivamente al tanque de guerra, aunque es mucho más frágil. Esto le da un curioso estado elitista al CD, ¿Por qué? Mientras el mundo y el mercado transaba los cassettes de Sex Pistols, Pink Floyd o Guns 'n Roses (como el Use your Illusion I y II que poseen mis excéntricos padres), los creadores del CD apuntaban a lo que por excelencia mayor y mejor calidad de audio (y duración) requiere: Música Clásica. Así, y aunque usted no lo crea, el chileno Claudio Arrau tiene el honor de ser uno de los primeros materiales grabados en CD de la historia, al interpretar valses de Chopin. Como era para música clásica, el masivo CD necesitaba una duración superior al Vinilo (que no logró superar) y al Cassette. Así, un dispositivo capaz de almacenar 80 minutos de grabación había nacido (aunque en realidad son 79.59, créanme, lo sé). El CD es, por ser el más cercano, el muy posiblemente más recordado, y más poseído por mis
fieles lectores y aquellos que adoran insultarme. El CD, que también sirve como un efectivo shuriken, ya no se volteaba como sus predecesores, nada más se colocaba del lado correcto (si jamás pusiste un CD del lado equivocado, no has vivido) el cual era brutalmente sensible, puesto que aquella superficie que refleja un color arcoiris, almacena digitalmente todos los kbs, bitrates y demás información que un lector óptico en algún lado leerá. No tardó en que se inventara un reproductor portátil también para los CDs, al ver Dios que "todo era bueno" nos dio/vendió el Discman, en más de una ocasión me ha tocado ver incluso algunos que tienen un incipiente ecualizador.La capacidad de almacenamiento y versatilidad de los CDs sirvió para elevarlos a una nueva esféra, mientras los PCs se hacían más comunes, también lo eran los dispositivos portátiles de almacenamientos, como el nunca bien ponderado Disquette, que guardaba nuestros Word y pequeños documentos que no hacían 1 Mb de capacidad (y ese taca-taca-taca cuando el computador lo leía), y el CD cuya no menospreciable capacidad de 700 Mb lo hacía ideal para la época. Pero...¿Y si caben 700 Mb, por qué no hacer 700 Mb de música en lugar de 80 minutos? Digo, la música también se almacenaba en computadores.
MPEG-1 Audio Layer 3, conocido por el mundo como MP3, era la solución. El Mp3, formato de compresión ampliamente utilizado en el mundo de hoy, es un formato con pérdidas, ¿qué significa? No es en un total porcentaje la creación original, al ser música fácilmente envasable, que un par de bits queden mal grabados, ¿importa? November Rain era ahora un cómodo archivo que a duras penas pasa los 8 Mb, no como antes que hacía fácilemente 85. Al hacer la música no sólo digital en su formato, sino en su total composición, es que ya no se trató de poseer el mejor CD o el mejor audio, sino la mejor y mayor cantidad de almacenamiento.
El reproductor Mp3, especializado en...eso, leer mp3s, salió al mercado. Ya no eran 700 Mb, eran 1, 2, 5, 10, 20 Gb de música que podían meterse. Y tardó poco en que a alguien se le ocurriese el sucesor, el número aumentó en uno, ahora no sólo eran documentos (1), imágenes (2) y audio (3); los mp4 además reproducían video. Técnicamente el nombre es sólo marketing (como todo lo que le ha seguido), porque se sentía más "awes00me" que un Mp3. Apple patentó su propia línea de objetos de almacenamiento que además reproducen música, que es aquel que ven a su izquierda. En lugar de los plásticos y quizá obsoletos botones Play o Rew de sus predecesores, el iPod se basa en mover tus pulgares en la dirección deseada, junto al Next y Preview Track. Y ese botoncito Menu que siempre me ha hecho sentir que estoy frente a un celular. El iPod, cuya capacidad varía en modelo tanto como los pendrives o discos duros de hoy, y con unos earbuds que al final te causan daño auditivo (porque el sonido entra directamente al tímpano, sin previa "pérdida" en el espacio de tu oreja, como los fieles audífonos más gordos {aunque eso ha sido desde siempre}) , es básicamente eso, un pendrive con una pantallita (a veces táctil) que reproduce música en sonido mp3, mp4 u otro derivado, como ya dije...es un pendrive bastante versátil.¿Qué es lo que tienen los padres del CD (y éste) que no tengan sus sucesores? Sentimiento, alma. El podcast es un sistema interesante en que se puede bajar música "legalmente", similar a iTunes. Pero no es lo mismo. Dos tipos se juntan, se preguntan qué música oyen...y el diálogo podría ir así:
- Black Sabbath, ¿tú?
- A mí me gusta bastante Do Make Say Think
- ¿Qué?
- Es una banda indie...medio post-rock, mira...te presto su CD, se llama "you're a history in rust".
- Interesante, creo que le daré una oída cuando llegue a mi casa.
- Yo no he oído mucho de Sabbath, salvo que Ozzy es el vocalista, ¿Cómo es?
- Pues...es una gran banda. Tengo un Cassette por aquí. No es mío, lo tenía mi papá y----
Y pueden imaginarse como seguirá. Eso es difusión musical. Es prestarse CDs, echarle mierda encima o alabarlos. Los "medios tradicionales" de almacenamiento son también los "originales", en los que la banda que los hizo puso su alma (o su dinero) creándolos. La portada de Revolver es reconocible mundialmente, como la de Nevermind, y (les haré retenerlo) el de ( ) es un ícono en el ambiente indierock. Los libritos que vienen dentro del disco son para algunos tan arte como la música que el CD que traen. Fotos arrogantes de los músicos que los componen, lindos escenarios naturistas, mujeres desnudas (como aquel CD de Syd Barret cuyo nombre nunca retuve) o quién sabe qué. Hay verdadera producción, incluso en trabajos de Britney. ¿Pasa eso en un iPod? Por supuesto que no. Se ve en una simple pantallita que tema es, incluso estando la posibilidad de modificarcelo (esos odiosos "Track **"), y con una extraña automaticidad se aprieta "Next" cuando el tema no es de nuestro agrado.
Los discos de antaño eran eso, discos. De nada te sirve tener un vinilo de IV si no tienes el tornamesa o vitrola que lo reproduzca. Ahora se tiene toda la música empaquetada en un blanquesino objeto. 1000 y más temas dispuestos todos a un Play de distancia, parece lo perfecto de la comodidad. ¿O de la flojera y el conformismo? No puedo negar mi (siempre creciente) colección de música en mi computador (y futuro disco externo), pero vamos. Era posible sentarse a oír un vinilo/cass'/CD de una sola vez, en un solo viaje en auto, o sentarse en el living con un buen vino. ¿Pero todo ese paquete desorganizado de música? Existe el modo aleatorio, que es justamente eso. En cambio el vinilo y el Cass' vienen dispuestos en su forma predeterminada, alterar el orden involucra mover botones/agujas y la probabilidad de dañar delicado objeto es alta. En los CDs está el Next/Prev, pero también...en discos quemados el orden es dispuesto por el usuario, al menos para mí sería bastante friki estar divagando con Wish you were here y al terminar saltar a Original Prankster. El cuidado indie que se tienen con los discos de antaño es justamente lo que hace el poseer uno de estos (original o pirata) tenga un romanticismo que los pendrives no tengan. El cambiar tu discografía de Metallica por un poco de música electrónica está a tan solo un "Delete" de distancia. ¿Dónde quedó el gusto por poseer y atesorar la música?
¿Qué pasaría si a todos los hijos del iPods se les pasase un walkman? ¿Qué pasaría si en el 30º aniversario del Walkman, volviesemos atrás? En Inglaterra se preguntaron lo mismo. Y a Scott le hicieron esa pregunta. Durante
una semana tuvo la misión de sobrevivir con este freak objeto. Una de las cosas que más le llamó la atención fue que el modelo del Walkman que usaba (una herencia de su papi) tenía capacidad para tener dos pares de audífonos. En lugar de compartir uno el izquierdo y otro el derecho, o de comprar una costosa adaptación, la música de antaño ya estaba hecha para ser compartida. Debió ser friki oír You're my best friend de Queen en eso. Han pasado exactamente tres décadas y un mes desde que esta revolución comenzó, la música portátil. La "música envasable".Entonces...¿Es malo tener un iPod o un Mp3? No. ¿Es bueno pensar en la música como un grupo de bits en un archivo comprimido? No. ¿Es bueno tener una idea basada en la capacidad de almacenamiento o la mera función que cumple el reproductor? No. ¿Es malo oír Do Make Say Think? En absoluto. Felices 30 años Walkman, la melomanía se asegurará de que cumplas muchos más.
Saludos a Super Vaca y a Dolores O'Riordan.





